Columna invitada

CON MARZO LA VIDA está en flor y la cuaresma también, pues siendo preludio de la Pascua que siempre celebramos en la primera luna llena de primavera, van a la par y de ahí no se mueven; y como si fuera algo planeado con disciplina, las jacarandas se pintan de morado y se ponen en sintonía con el color litúrgico propio de este tiempo de preparación… JESÚS INSISTÍA UNA y otra vez a sus discípulos: “Velen y oren porque no saben ni el día ni la hora”; y sus palabra están lejos de ser una amenaza catastrófica (aunque ordinariamente esperamos que nos espanten para ponernos en acción), más bien son recomendación a estar alerta para responder adecuadamente al momento difícil, son llamada de atención a no distraernos con superficialidades, a no dormirnos en nuestros laureles… DE AHÍ QUE EN ADVIENTO también utilizamos el color morado en las celebraciones, poniéndonos en expectativa llena de esperanza, avanzando gozosos hasta llegar a la cumbre de la Navidad; por su parte, en luego de la cuaresma desembocaremos en el júbilo de la resurrección y avanzamos hacia allá en actitud de penitencia que nos ayude a la conversión, al crecimiento, a volver manos, ojos y pies hacia el encuentro del prójimo necesitado… DEJO ESTOS TEMAS a gente experta, y vuelvo –discúlpame, amable lector- a tres puntos menos litúrgicos pero no menos importantes, menos agradables pero no menos necesitados de nuestra atención responsable; y antes de enunciarlos, estoy consciente que puedas molestarte argumentando que no debo “meterme en política”: marchas, inflación, violencia… EL DOMINGO PASADO nuevamente numerosos ciudadanos se manifestaron por calles de muchas ciudades del país en libertad y en paz que ya las quisieran en otras latitudes: hay que seguir apuntando que las causas y los objetivos no apuntan a vandalismo o desestabilización de ningún tipo, de ahí que no se puede acusar a nadie de crimen por participar en ellas, o siquiera alentarlas… TAMBIÉN SUBRAYO –según estoy enterado- que nadie espera de ellas un cambio inmediato, directo y rápido, pues somos conscientes que hay instancias e instituciones enfocadas a formalizar los caminos por los que queremos avanzar en la sociedad mexicana; y queda claro –también- que tales marchas son proyección de una madurez cívica, de una razonada preocupación social, son manifestación de una responsabilidad ciudadana ante un riesgo real que pone en peligro lo que hemos construido… TENGO EL BUEN DESEO que tú y yo, que todos los ciudadanos sigamos creciendo y madurando en orden y en paz, de manera que ningún político, ningún partido, ningún sector de la sociedad -¡incluso ningún criminal en solitario o en grupo!- pueda estar por encima de estructuras e instituciones que nos posibilitado llegar hasta aquí: ¡y debemos seguir más adelante y mucho mejor!... NO HACE FALTA decir que la inflación ahí está patente y rampante, y aunque no soy economista ni por los forros, no me hace falta tanto razonamiento para entender que el mejor ahorro no es que gaste menos sino que gaste bien, que el mejor ahorro no sólo es aprovechar bien un recurso sino también evitar el derroche y despilfarro, que el mejor ahorro no consiste en que sea más barato sino en que sea de buena calidad y que en verdad lo necesite… MUCHOS FACTORES y vericuetos hay en temas macro-económicos en los que me hago bolas (¡yo conozco poco y entiendo menos!), pero en micro-economía desde pequeño he aprendido –la necesidad fue mi maestra- que no puedo gastarme lo que no tengo y que he de ganarme el pan con el sudor de mi frente: si te sirve este doble consejo, pues ahí te lo dejo para que la inflación no te pegue tan duro… CON PESAR Y DOLOR veo en noticieros que en México están las ciudades más violentas del mundo (datos que hacen referencia a índice de homicidios), como si de emular a Caín se tratara; y así como me duelen tales datos, también constato que la violencia la tenemos -¡todos!- al alcance de la mano… EN NUESTRAS PALABRAS, en el hogar, en las pantallitas y pantallotas, en la política y el espectáculo, en la montaña y la fábrica vivimos violencia de continuo; no quiero terminar amargándote la lectura, pero llego a pensar que si Dios volviera a preguntar “¿dónde está tu hermano?”, tal vez le responderíamos con desprecio: “¿y tú quién eres para preguntarme sobre mis actos?”; sin duda la violencia inicia cuando estamos lejos de Dios: en cuaresma haz todo lo posible por volver a Él…

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