“Para amarte y respetarte todos los días de tu vida”, es una de las frases de los votos clásicos que se hace una pareja al casarse. Más allá del deseo de eternidad que tiene el sacramento, en la frase se destaca un valor que toda pareja, de casados o en noviazgo, debe procurar día a día: el respeto.
¿Qué implica? Primero, reconocer que la individualidad y dignidad de cada persona excluye cualquier tipo de agresión o control. No deben caber, entonces, las expresiones que pretendan sugerir cómo la otra persona debe vestirse, comportarse, con quién debe socializar o con quién no.
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Los celos, ni en broma, caben en el amor… aunque a veces se disfracen de preocupación o cuidado por la pareja.
Esta semana todos vimos el video en el que el senador de Movimiento Ciudadano, Samuel García, regaña a su esposa porque “enseña de más” y “me casé contigo pa’ mí”. Es cierto, que hay situaciones de control y de celos mucho más graves que otras.
En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México acabamos de presentar el “Celómetro”, una escala para medir el nivel de riesgo en el que cualquiera podría encontrarse. Porque hay que decir que este tipo de control lo sufren hombres y mujeres.
Nuestro objetivo es visibilizar estas conductas que van desde los cuestionamientos o espionaje al celular del otro, hasta el aislamiento, humillaciones o agresiones. Trabajamos con un equipo de psicólogos para fortalecer relaciones de pareja sanas y atender —incluso con sesiones de terapia presencial o digital— aquellas en donde se han perdido la tolerancia, el cuidado y la libertad.
De hecho, de acuerdo con la Encuesta de la Dinámica de los Hogares (Endireh) de INEGI, el 61% de las mujeres de 15 años y más han sufrido algún incidente de violencia emocional, económica, física o sexual a lo largo de su vida en distintos ámbitos. Mientras que en el Consejo Ciudadano, de enero a la fecha, hemos brindado mil 587 atenciones por violencia familiar y de género tanto a mujeres, como hombres.
La mayoría de casos de violencia verbal, sexual y física comenzaron con acciones que parecían menores, que se hacían pasar por bromas o que se escondían tras un falso cuidado o sobreprotección de la pareja. La violencia siempre escala: la buena noticia es que en comunidad podemos prevenirla, reconocerla y reportarla.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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