Me platicó un señor Cura que, hace poco tuvieron una reunión de sacerdotes de decanato, y que uno tristemente comentaba que ya no hallaba qué hacer con las palomas que llegaban al campanario y al techo del templo, pues desde ahí descargaban todas sus cosas, ensuciando las paredes, las bancas, los reclinatorios, por lo que diariamente tenía que limpiar tooooda la Iglesia.

Otro padre, viendo su aflicción rápido le contestó: ¡No te apures, hermano, yo tengo la solución! – ¿Existe una? 

– Sí, mira, yo a las palomas un buen día las agarré, las inscribí y metí al catecismo, les di las clases, y ya que terminaron, les di la Confirmación y y la Primera Comunión, y ya nunca más se volvieron a parar en la Iglesia.

Inspirado en leyenda popular.

 

 

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

 

Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola

Es Obispo de la diócesis de Piedras Negras

Entradas recientes

Hay que darnos un descanso

Cambiar de ritmo, de ambiente, de clima, a todos nos relaja y nos permite ver…

2 horas hace

La sucesión del Dalái Lama

La sucesión religiosa se verá envuelta en un conflicto político, de un lado estará China,…

2 horas hace

Cuidar la familia es una visión de futuro

Hoy más que nunca, proteger a la familia es proteger el mañana de nuestra sociedad.

1 día hace

Epidemia de indiferencia

No es que no sepan, es que no les importa engañar y desorientar a sus…

2 días hace

¿Cómo vivir bien las vacaciones? Consejos de los Papas para este tiempo de descanso

Las enseñanzas de los Papas nos dicen que las vacaciones no son solo una pausa,…

2 días hace

Diálogo contra la violencia

En la construcción de la paz todas las estrategias tienen cabida, tanto aquellas provenientes de…

2 días hace

Esta web usa cookies.