La imagen icónica de San Judas Tadeo es inconfundible. Todas y todos le reconocemos porque lleva en su pecho una medalla con el rostro de Jesús. Si la devoción a este apóstol siempre ha sido muy viva entre la comunidad católica de la Ciudad de México, en este año en especial lo será aún más. Pero deberá hacerse desde la virtualidad, con su recuerdo en la mente y en el pecho también de los fieles, cerca de nuestros corazones.
A este santo se le atribuye la ayuda en trances y momentos realmente desesperados. No es raro que en esta pandemia por COVID-19 sea uno de los más socorridos. Las y los creyentes acuden a él ante problemas de salud, familiares y económicos.
Ahora, para proteger nuestra salud e ir acorde con las medidas estipuladas por el Gobierno de la Ciudad de México, toca celebrarlo no con fiestas patronales como cada 28 de octubre, sino desde la virtualidad, con la familia y en casa.
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Para la mayoría de personas, que fomentan la cultura cívica y el autocuidado, esto no es difícil. Saben que sus oraciones y peticiones llegan sin necesidad de acudir a un lugar especial. Pese a ello, para algunos es una tradición llevar collares, pulseras e imágenes de San Judas a templos como San Hipólito, en el Centro de la Ciudad.
Por favor, recuerda que la fe trasciende cualquier barrera física, mejor sigue las celebraciones en el canal Capital 21 del Gobierno de la Ciudad de México, como lo anunció el Secretario de Gobierno José Alfonso Suárez del Real, este viernes.
Seamos fieles no sólo a nuestras costumbres, sino al apoyo al prójimo. Pensemos en todas aquellas personas que perdieron a un familiar en esta contingencia. En quienes tuvieron que estar confinamiento varios días tras un contagio. Pensemos en nuestros hijos, hermanos y en la comunidad entera. Por ellos, cumplamos las medidas de quedarnos en casa.
Si por alguna razón, sentimos frustración, enojo o ira por los cambios que se han generado en esta Nueva Normalidad, es necesario que pidamos ayuda para manejar estas emociones. En el Consejo Ciduadano, además de contribuir a informar a la población sobre qué actividades se suspendieron en esta pandemia, brindamos atención psicológica y jurídica gratis a todas las personas a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza, ambos en el 55 5533-5533.
Nuestra fe y nuestra paz mental no depende de que estemos en presencia, sino en esencia. La tecnología nos da la posibilidad de ver las actividades desde nuestro hogar. Nuestra misma devoción y nuestra salud mental nos permite hacer oración a distancia, mientras nos cuidamos entre todos. Seamos responsables: celebremos a San Juditas y oremos desde la virtualidad.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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