La iglesia católica en Venezuela está de júbilo, no sólo porque este 30 de abril de 2021 el país tiene a su cuarto beato, José Gregorio Hernández sino porque éste es el primer laico de la historia nacional en ascenso hacia a los altares.
Venezuela cuenta con cuatro beatos: el doctor José Gregorio Hernández, la madre María de San José, la madre Candelaria de San José y la madre Carmen Rendiles, las tres últimas religiosas cuya aprobación de sus primeros milagros permitieron su beatificación.
Las tres primeras beatas de Venezuela dedicaron su vida al servicio de Dios en conventos, a diferencia de José Gregorio Hernández, quien fue laico comprometido e intentó en dos ocasiones sumarse a la vida religiosa, pero su condición de salud lo impidió.
Nació en Isnotú, en el estado andino Trujillo en 1864 y falleció en Caracas en 1919.
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Fue declarado Venerable por el Papa Juan Pablo II en enero de 1986, convirtiéndose el viernes 30 de abril de 2021 en el cuarto beatificado tras la aprobación de sus virtudes teologales y cardinales en junio del año 2020, por decreto del Papa Francisco.
El proceso para concretar la beatificación de José Gregorio Hernández tardó 71 años y 10 meses –el más largo de los procesos hasta ahora en Venezuela- y rindió sus primeros frutos en 1972 cuando el Vaticano le concedió el título como Siervo de Dios.
Su vida como laico seglar inició desde joven en Trujillo. Sus padres Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla le inculcaron valores cristianos que a su vez adquirieron de sus antecesores.
Establecido en Caracas, donde se formó como médico, investigador y docente, fue miembro de la Orden Franciscana Seglar (OFS) y debido a su interés por la vida contemplativa, inició en 1908 la formación en la orden de San Bruno, en La Cartuja de Forneta, Italia, con el nombre de Fray Marcelo. Sólo estuvo nueve meses ante el debilitamiento de su salud debido al frío y las dietas.
En la ruta religiosa del Venerable en la capital de Venezuela, monseñor Tulio Ramírez, vicepostulador de la causa de beatificación, expresó que los acercamientos de Hernández a la religión fueron en las iglesias san José, san Benito, la porciúncula contigua al templo de Las Mercedes y la iglesia La Divina Pastora.
En algunas reseñas se recoge que otro intento de ser sacerdote fue en 1909 en el seminario Santa Rosa de Lima, en su retorno de Europa a su país natal. Para 1913 sigue con su idea de acercarse a la vida religiosa, esta vez formándose en Teología y Derecho Canónigo en el Pontificio Pío Latinoamericano en Roma, de donde desiste por problemas respiratorios.
De José Gregorio destacan la caridad, fue practicante de la medicina social ejerció su profesión y vida laica con amor y sensibilidad.
Vivió el evangelio como San Francisco de Asís y lo hizo suyo, al tiempo que veía en las personas pobres al Cristo sufriente.
Laura Evangelista Alvarado Cardozo nació en el estado Aragua, y falleció en la misma región natal a la edad de 91 años.
Fue la primera venezolana beatificada, esto ocurrió el 7 de mayo de 1995 en un acto celebrado en la plaza San Pedro, en el Vaticano y presidido por el Papa Juan Pablo II.
La beata perteneció a la orden Agustinas Recoletas. Fue fundadora y primera Superiora General de la Congregación Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús.
Su proceso de beatificación duró 17 años.
Su nombre de pila es Susana Paz Castillo Ramírez, nació en el estado llanero de Guárico, se convirtió en la segunda beata de Venezuela, tras su ascenso a los altares el 24 de abril de 2008, en un acto celebrado en Caracas.
Falleció a la edad de 77 años y perteneció a la orden de las Religiosas Carmelitas de la Tercera Orden Regular.
Por 35 años fue superiora de la orden de las Hermanitas de los Pobres de Altagracia que hoy día se conoce como Hermanas Carmelitas de la Madre Candelaria. Su proceso de beatificación se concretó en 39 años.
Carmen Rendiles Martínez, la tercera beata del país, nació sin el brazo izquierdo. Murió a la edad de 71 años y fue beatificada el 16 de junio de 2018, también en la capital venezolana, donde ella nació.
Se dedicó el servicio religioso junto a las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento y en Venezuela fue la fundadora del Instituto de las Siervas de Jesús.
La beatificación, desde que inició el primer trámite, tardó 23 años.
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Edwin Urdaneta es periodista egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta en Zulia, Venezuela. Instagram @edwinurdanetae
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