La Catedral Metropolitana de Panamá está dedicada a Santa María la Antigua.
El primer templo mariano en la América Continental data de septiembre de 1510, cuando en lo que hoy es la zona conocida como el Darién -comprendida entre Panamá y Colombia- un grupo de colonos españoles se disponían a enfrentar a valerosos indios, e hicieron la promesa de construir una ermita dedicada a la Virgen si obtenían la victoria, como lo narra Pedro Mártir de Angleria en sus Décadas del Nuevo Mundo.
“Se prepararon los escuadrones españoles al mando de Martín Fernández de Encisco, en sustitución de Alonso de Ojeda; rodilla en tierra, el propio pretor y los demás pidieron suplicantes la victoria a Dios, y ofrecieron a la imagen de la Virgen bienaventurada -que en Sevilla se venera bajo la advocación de Santa María la Antigua-, ciertos presentes de oro y plata, así como enviar a uno de ellos en peregrinación; poner el nombre de Santa María la Antigua al pueblo en que habitaran, y erigir un templo con la misma dominación, o consagrar a este fin el palacio del cacique.”
Esta es una de las razones por la cual la diócesis de Santa María de la Antigua del Darién, fue la primera que existió en la tierra firme de América, y fue creada por el Papa León X mediante la Bula “Pastoralis officii debitum”, del 9 de septiembre de 1513. Esta diócesis, como otras más del siglo XVI, inicialmente fue sufragánea de la de Sevilla, y su primer obispo fue Fray Juan de Quevedo Villegas, quien llegó a su sede el 30 de junio de 1514.
Para el 15 de agosto de 1519 se fundó la ciudad de Panamá, pero cuatro meses después falleció su obispo y, en sustitución, fue designado fray Vicente Peraza, quien se desempeñó de 1520 a 1526.
Santa María la Antigua fue la capital de Castilla de Oro, de donde partieron varios colonos para fundar otras ciudades más. La Catedral Metropolitana de Panamá está dedicada precisamente a esta advocación mariana.
A poco más de 500 años de aquella consagración, Panamá es sede de la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud, y por segunda ocasión, un Pontífice visitará este país. Primero lo hizo San Juan Pablo II en 1983, y en pocos días más, el Papa Francisco presidirá este encuentro con jóvenes de todo el mundo que se han dado cita en esa nación centroamericana.
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