Laudato si’ es la segunda encíclica del Papa Francisco, publicada en 2015, donde reflexiona sobre el estado del medio ambiente y la ecología, y hace un llamado a la adecuada conservación del planeta.Te presentamos un resumen con los puntos principales.
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Comencemos este resumen explicando qué es la encíclica:
Dice el Papa que san Francisco de Asís llamaba ‘hermana’ a la tierra, y nosotros nos sentimos sus dueños y la explotamos; que el efecto del pecado se advierte en la enfermedad del medio ambiente. Como Juan XXIII, que dedicó una encíclica a todos los hombres de buena voluntad, él dedica ésta a todos los habitantes del planeta.
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Recuerda la preocupación de sus predecesores por el deterioro del medio ambiente, y pide que cada persona se arrepienta de sus propios pecados contra la creación divina.
Dice que la preocupación por la naturaleza va ligada a la justicia hacia los pobres, y propone entablar relaciones fraternas y no de explotación.
“El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”, escribe el Papa Francisco.
-El Papa habla de la contaminación del aire, tierra, agua, por basura, desechos tóxicos, emanación de gases.
-Critica la ‘cultura del descarte’, que excluye a las personas y convierte a las cosas en basura. Advierte del calentamiento global y sus efectos. Lamenta el desigual acceso al agua potable; la destrucción y desaparición de animales y vegetales; que al planear obras no se considera cómo afectan. Reconoce que algunos países avanzan en preservar zonas, y otros sólo buscan su interés.
-Dice que el hombre no debe vivir en condiciones insalubres, privado del contacto con la naturaleza. Advierte que la comunicación por internet sustituye la relación real con los demás; que el ser humano y el ambiente se deterioran juntos, y que los más afectados son los más débiles. Lamenta la irresponsabilidad e indiferencia hacia este tema.
“Hay regiones que ya están especialmente en riesgo y, más allá de cualquier predicción catastrófica, lo cierto es que el actual sistema mundial es insostenible desde diversos puntos de vista”, afirma.
-Explica que fe y razón ofrecen un diálogo productivo; que la fe ilumina toda realidad humana. Hace notar la sabiduría de textos bíblicos que muestran que el mundo nos fue encomendado, nos llaman a establecer relaciones fraternas con todas las criaturas, y a contemplar y preservar la belleza de la creación.
“El Señor podía invitar a otros a estar atentos a la belleza que hay en el mundo porque él mismo estaba en contacto permanente con la naturaleza y le prestaba una atención llena de cariño y asombro. Cuando recorría cada rincón de su tierra se detenía a contemplar la hermosura sembrada por su Padre, e invitaba a sus discípulos a reconocer en las cosas un mensaje divino”.
-Dice el Papa que el deterioro de la ecología va a la par del deterioro de la sociedad. Hace notar que la tecnología ha logrado maravillas, pero su poder daña si domina y explota. Denuncia males sociales: egoísmo, consumismo, cultura del descarte, relativismo. Propone valorar cada vida creada por Dios, desde su concepción, y respetarla, y el sentido del trabajo. Comenta experimentos con animales y manipulación genética. Propone haya espacios de discusión donde afectados por obras que alteran el medio ambiente, sean escuchados.
“Quiero recoger aquí la equilibrada posición de san Juan Pablo II, quien resaltaba los beneficios de los adelantos científicos y tecnológicos, que ‘manifiestan cuán noble es la vocación del hombre a participar responsablemente en la acción creadora de Dios’, pero al mismo tiempo recordaba que ‘toda intervención en un área del ecosistema debe considerar sus consecuencias en otras áreas'”.
-Dice el Papa que no hay dos crisis, ambiental y social, sino una sola. Que la ecología supone cuidar el patrimonio cultural, histórico, artístico; proteger las culturas aborígenes; procurar calidad de vida en ciudades y el contacto con la naturaleza. Denuncia la grave escasez de vivienda. Considera a la familia como la base de la sociedad. Invita a preguntarnos qué mundo dejamos a las siguientes generaciones.
“Las predicciones catastróficas ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía. A las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y suciedad. El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes”.
-Pide el Papa consenso mundial para resolver la crisis ecológica. Menciona logros y fallos de movimientos mundiales. Lamenta contaminación de aire y mar, y la pobreza. Propone se organicen grupos que defiendan su entorno de la depredación. Dice que hay que redefinir el concepto de progreso, tomando en cuenta el bienestar integral del ser humano. Pide a los creyentes ser coherentes.
“La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad”.
“Es imperioso también un diálogo entre las ciencias mismas, porque cada una suele encerrarse en los límites de su propio lenguaje, y la especialización tiende a convertirse en aislamiento y en absolutización del propio saber. Esto impide afrontar adecuadamente los problemas del medio ambiente. También se vuelve necesario un diálogo abierto y amable entre los diferentes movimientos ecologistas, donde no faltan las luchas ideológicas”
-Propone el Papa cambios de vida. Abandonar consumismo compulsivo. Propone educación ambiental que no sólo informe sino cree hábitos. Dice que es en familia se aprende a amar y a cuidar la vida. Propone una ‘conversión ecológica’: no sólo reconocer lo hecho contra el planeta, sino arrepentirse y cambiar. Asegura que ‘menos es más’: acumular cosas distrae el corazón e impide disfrutar la vida. Propone vivir con sobriedad y humildad; reconocer nuestra dependencia de otros, revalorar los signos de amor, dar gracias a Dios antes y después de las comidas.
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-Considera los Sacramentos medios privilegiados para encontrarnos con el Creador. Alaba el descanso dominical cuyo centro es la Eucaristía. Nos invita a alabar a la Trinidad al contemplar la creación, y pedirle ayuda a María para ‘mirar este mundo con ojos más sabios’. Nos invita a caminar cantando, y a que ‘la preocupación por este planeta no nos quite el gozo de la esperanza’.
“Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos. Alabado sea”.
Lee aquí la encíclica Laudato si’ completa
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