Millones de creyentes en todo el mundo tienen una gran devoción a la Virgen María en su advocación de Fátima, una de las más importantes en la Iglesia Católica. Pero, ¿quién es la Virgen de Fátima y por qué tiene tantos devotos?
En este artículo conoceremos la historia, la devoción, los mensajes y el impacto de esta advocación mariana tan importante para la fe católica y para la historia de Portugal, país en el que se apareció.
¿Cuál es su historia?, ¿cuántas veces se apareció a los pastorcitos?, ¿qué milagro obró Dios por su intercesión?, ¿cuál es el mensaje que ha dejado a la humanidad través de los tres videntes?, ¿por qué su mensaje de paz y conversión sigue siendo tan relevante en el mundo contemporáneo?, ¿qué son los secretos de Fátima?
Acompáñanos en este viaje para descubrir la historia fascinante y la importancia espiritual de la Virgen de Fátima, tan querida y venerada por millones de personas en todo el mundo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Historia de la Virgen de Fátima
Apariciones
El milagro de “La danza del sol”
Los tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco
Mensajes de la Virgen de Fátima
Los secretos de la Virgen de Fátima
La historia de las apariciones de la Virgen María en Fátima, Portugal, se remonta al año 1917, cuando tres niños pastores, Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, vieron en seis ocasiones a la Virgen María.
Durante esos encuentros, la Virgen de Fátima les dio varios mensajes, que conocerás más adelante.
La aprobación de estas apariciones por parte de la Iglesia Católica no fue inmediata, a pesar de que hubo miles de testigos que presenciaron el llamado milagro de “La danza del sol”, el 13 de octubre de 1917, que ella lo había anunciado.
La Iglesia Católica realizó una amplia investigación de aquellso hechos. Primero se analizó si había alguna contradicción teológica en los mensajes que la Virgen María había dado a los tres pastores videntes. No encontraron contradicción alguna.
Después se incluyó el testimonio de algunos testigos presenciales del llamado milagro de “La danza del sol”, pero fue hasta el 28 de abril de 1919 cuando inició la construcción de la Capilla de las Apariciones.
El 13 de octubre de 1923 se permitió realizar la primera Misa en ese lugar, al cual llegan cada año millones de peregrinos.
Exáctamente siete años después de la primera Misa celebrada en la Capilla de las Apariciones, el 13 de octubre de 1930, el Obispo de Leira declaró dignas de fe las apariciones y autorizó el culto de Nuestra Señora de Fátima, como una advocación más de la Virgen María.
El 13 de mayo de 1931, siete meses después, se realizó la primera consagración de Portugal al Inmaculado Corazón de María, y al año siguiente, el 31 de octubre, el Papa Pío XII, a través de Radio Vaticano, consagró el mundo al Corazón de María, haciendo una mención velada de Rusia.
Las apariciones de la Virgen de Fátima fueron seis: la primera ocurrió el 13 de mayo de 1917 y posteriormente una cada mes, hasta el 13 de octubre de ese mismo año.
Estas apariciones llevaron consigo mensajes de importancia espiritual y profética para la humanidad. Están son las seis apariciones con sus mensajes asociados:
Estas apariciones y los mensajes asociados han tenido un profundo impacto en la fe católica y continúan atrayendo peregrinos y devotos a Fátima, Portugal, hasta el día de hoy.
El milagro de Fátima o milagro de “La danza del sol” ocurrió el 13 de octubre de 1917. Un mes antes, la Virgen María había anunciado a los pastorcitos que ocurriría dicho milagro. ¿En qué consistió el milagro? En que miles de personas vieron bailar al sol.
Fue un periodista ateo de nombre Avelino de Almeida, quien escribía para el diario O Século, lo ocurrido aquel día.
Según el periodista, el milagro lo habrían presenciado entre 30 y 40 mil personas. Su relato fue publicado el 29 de octubre de aquel año, y decía así:
“Ante admirados ojos de este pueblo, cuya actitud nos traslada a tiempos bíblicos y que presa de espanto, descubierta la cabeza, mira hacia el cielo azul, el sol ha realizado unos movimientos bruscos nunca vistos, fuera de todas las leyes cósmicas; el sol ha danzado, según la expresión típica de los campesinos (…) subido sobre el estribo del coche de Torres Novas, un anciano reza vuelto hacia el sol y con grandes voces, el Credo desde el principio… la mayor parte confiesan que lo que han visto es el movimiento o danza del sol, otros afirman haber visto el rostro de la Virgen o juran que el sol ha dado una vuelta sobre sí mismo, como si fuera una rueda de fuegos de artificio y que ha descendido hasta quemar la tierra con sus rayos…”
Los videntes de Fátima fueron tres niños pastores: Lucía dos Santos, y sus primos Francisco Marto y Jacinta Marto. ¿Qué fue de ellos?
Francisco Marto fue beatificado por San Juan Pablo II el 13 de mayo del año 2000, como parte de las actividades del Jubileo, y fue canonizado por el Papa Francisco el 13 de mayo de 2017, junto con su hermana Jacinta Marto, también vidente, y ambos, grandes promotores del rezo del santo rosario.
Francisco Marto nació el 11 de junio de 1908, en Ourém, Portugal, y sus padres fueron Manuel Padro Marto y Olimpia de Jesús dos Santos. Era una familia muy humilde.
Nunca fue a la escuela; pastoreaba ovejas, y de acuerdo con las memorias que escribió su prima Lucía dos Santos, la tercera de las videntes, era un muchacho tranquilo, le gustaba la música y era algo ermitaño e independiente.
Después de las apariciones, practicaba penitencias y hacía mortificaciones corporales; algunos estudiosos piensan que esto pudo haberlo debilitado y enfermó de neumonía debido a una epidemia de gripa que azotó Europa por aquellos años.
Falleció el 4 de abril de 1918, a los 10 años de edad.
Santa Jacinta Marto nació el 11 de marzo de 1910 en Aljustrel, un pequeño pueblo cerca de Fátima.
Desde una edad temprana, Jacinta demostró una profunda devoción religiosa y una sensibilidad espiritual excepcional.
Jacinta fue testigo de las seis apariciones de la Virgen de Fátima, después de lo cual, junto con su hermano Francisco, sufrió mucho debido a la incredulidad y la persecución por parte de las autoridades civiles.
Jacinta, en particular, mostró una profunda preocupación por la conversión de los pecadores y ofreció sacrificios y penitencias por ellos, siguiendo el mensaje que recibió de la Virgen María.
Contrajo la gripe española en 1918 y, después de una enfermedad prolongada y dolorosa, falleció el 20 de febrero de 1920, a la edad de nueve años.
Fue canonizada por el Papa Francisco el 13 de mayo de 2017, en el centenario de las apariciones de Fátima, junto con su hermano Francisco.
Es venerada como una de las santas más jóvenes de la Iglesia Católica y su vida es un ejemplo de fe, sacrificio y amor por Dios y el prójimo.
Tanto Francisco como Jacinta se encuentran sepultados en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Fátima, a donde acuden miles de peregrinos casa año, y Francisco fue proclamado como santo patrono de los acólitos portugueses.
Nació el 28 de marzo de 1907 en Aljustrel, Portugal, y falleció el 13 de febrero de 2005 en Coimbra, Portugal.
Lucía se convirtió en religiosa y se unió a las Hermanas Doroteas en 1925. Más tarde, ingresó en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra, donde vivió el resto de su vida.
Continuó viviendo una vida dedicada a la oración y a transmitir los mensajes de Fátima. Durante su vida religiosa, escribió varios libros y dio numerosas entrevistas sobre las apariciones y su fe.
Lucía murió en 2005 a la edad de 97 años. Su proceso de canonización se encuentra vigente.
En las apariciones, la Virgen de Fátima pidió a los tres pastorcitos cosas muy concretas, que son mensajes vigentes para todo el mundo:
Estas peticiones constituyen los principales mensajes que la Virgen María entregó a los pastorcitos durante las apariciones en Fátima, Portugal, en 1917. Estos mensajes están vigentes para todo el mundo en la actualidad.
Los secretos de Fátima (que en realidad eran mensajes) son visiones proféticas que la Virgen María confió a los tres pastorcitos, Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto, durante las apariciones en Fátima, Portugal, en 1917.
Estos mensajes, conocidos como los “Secretos de Fátima”, fueron reveladas a los niños en la aparición del 13 de julio de 1917.
A los 18 años, Lucía dos Santos se los escribió al Obispo de Leiria, y con el permiso de Nuestra Señora de Fátima, las dos primeras partes fueron dadas a conocer en los años cuarenta; la tercera, Lucía la escribió el 3 de enero de 1944 y quedó en un sobre lacrado con el Obispo de Leiria, quien, para tutelar mejor el “secreto”, el 4 de abril de 1957 lo entregó al Santo Oficio, hoy Congregación para la Doctrina de la Fe.
El 17 de agosto de 1959 san Juan XXIII lo tuvo en sus manos, pero no lo abrió. Fue san Pablo VI quien leyó su contenido el 27 de marzo de 1965, devolviendo el sobre al Archivo del Santo Oficio, con la decisión de no publicar el texto.
Después del atentado del 13 de mayo de 1981, san Juan Pablo II leyó el texto y lo dio a conocer hasta el 26 de mayo del año 2000.
¿Qué podemos aprender de los secretos de la Virgen de Fátima? Que se trata de una revelación privada que nos ayuda a comprender y vivir mejor el Evangelio y los signos de los tiempos para encontrar la justa respuesta de la fe ante ellos.
Las claves del secreto en general, dividido en tres partes, es el arrepentimiento y la conversión del mundo.
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