El Jueves Santo celebramos que Jesús instituyó la Eucaristía durante la Última Cena, enseñándonos que Él está presente en el pan y en el vino consagrados. Asimismo, estableció el Sacerdocio Ministerial al decirle a los apóstoles: “Hagan esto en memoria mía” (1 Cor 11,25). También les lavó los pies a sus discípulos para enseñarles el mandamiento del amor y del servicio.
Después de la cena, Jesús fue a orar al Huerto de Getsemaní en el Monte de los Olivos, donde fue traicionado por Judas Iscariote y entregado a la guardia de los judíos. Esa misma noche lo llevaron a la casa de Anás y a la de Caifás, donde fue interrogado y golpeado toda la noche.
(POR LA MAÑANA)
El Jueves Santo se celebra la Misa Crismal. Está prohibido, en este día, celebrar la Misa por la mañana. La única celebración litúrgica permitida es la que realiza el Obispo en unión con todos sus sacerdotes (presbiterio) y el Pueblo de Dios. En esta celebración los presbíteros renuevan sus promesas hechas el día de su ordenación y muestran su profunda unión con el Obispo, Cabeza y Pastor de la Iglesia.
Leer: ¿Qué es la Misa Crismal? Acto que se celebra en Jueves Santo
Durante la solemne celebración de la Misa Crismal, el Obispo consagra los Santos Óleos como signo que de Cristo -muerto y resucitado- han brotado los sacramentos de la Iglesia que dan la vida y la salvación al pueblo redimido por su sangre.
Los Santos Óleos los ha heredado la Iglesia Católica del Antiguo Testamento, donde vemos con frecuencia cómo Dios pide que se unja con óleo a quienes Él ha elegido y enviado a ejercer un ministerio al servicio del pueblo santo. Los Santos Óleos son signo del Espíritu Santo derramado sobre la persona para capacitarla a realizar su misión.
Para los Santos Óleos se usa normalmente aceite de olivo, pero, según las normas actuales, puede usarse cualquier aceite comestible de origen vegetal.
(POR LA TARDE)
Siguiendo el mandato de Jesucristo, los sacerdotes celebran, al caer la tarde, la Misa de la Institución de la Eucaristía o Misa de la Cena del Señor, y realizan también, como acto de humildad y servicio, el Lavatorio de los pies.
Como a las 17:00 horas, la Iglesia celebra la Institución de la Eucaristía o la Misa de la Cena del Señor, introduciéndose así al Triduo Pascual: Pasión, Muerte y Resurrección (Viernes, Sábado y Domingo de Pascua).
Este día hacemos memoria de la Última Cena de Jesús. El Evangelio nos menciona que Cristo les pidió a sus apóstoles que prepararan todo lo necesario para celebrar la cena de la Pascua, rito con el cual los judíos conmemoran la libertad que Dios les dio a sus antepasados cuando eran esclavos en Egipto.
En la intimidad de la Última Cena, pocas horas antes de su muerte, Jesús nos entregó su vida en el pan y en el vino; es decir, su cuerpo y su sangre real y verdaderamente, pues mientras cenaba les dijo a sus discípulos que Él estaría con nosotros hasta el final de los tiempos, cada vez que repitiéramos lo que Él hizo en ese momento.
Sus palabras fueron “Tomen y coman porque esto es mi cuerpo. Tomen y beban porque éste es el cáliz de mi sangre”. Así instituyó la Eucaristía y les dio a los apóstoles y a sus sucesores el mandato de celebrar siempre el sacrificio eucarístico en memoria suya.
Durante la Última Cena, Jesús les lavó los pies a sus discípulos. En aquel tiempo el calzado de la gente eran las sandalias, por lo que el polvo y las pequeñas arenillas se pegaban a los pies. Por eso era costumbre entre los judíos -cuando alguien llegaba a visitarlos-, ofrecer un recipiente con agua para refrescar y purificar sus pies. El lavatorio lo hacía uno de los sirvientes de la casa y nunca el anfitrión; sin embargo, Jesús, el “maestro”, lavó los pies a sus discípulos porque quiso enseñarnos a servir y saber que su reinado se basa en el “servicio”.
Leer: El Lavatorio de pies: ¿qué significa este rito?
Entre los actos de religiosidad popular, uno de los más importantes es la Visita de las 7 Casas, que consiste en visitar varios templos (siete, por lo general) que tengan “Monumento”, es decir, un lugar especial bellamente adornado donde han sido depositadas las hostias consagradas en la Misa de la Cena del Señor.
En esta nota puedes encontrar opciones para celebrar este Jueves Santo 2021 en tu casa.
Con el tiempo, a estas siete visitas se les ha añadido una meditación piadosa con el deseo de acompañar espiritualmente a Jesucristo en sus momentos difíciles antes de ser condenado a muerte, que son:
En cada una de estas visitas se puede hacer la siguiente oración en familia:
Señor:
Venimos en familia a recordar
esta hora dolorosa de Tu vida,
cuando fuiste aprehendido y condenado,
ofendido y maltratado
por el delito de venirnos a salvar.
Hoy nada te queremos pedir, queremos consolarte,
recibe nuestro amor y compañía.
Amén
Cabe mencionar que a las doce de la noche del Jueves Santo se desnudan los altares, se reserva el Santísimo en un lugar digno fuera del templo, se quitan todos los adornos y las flores porque comienza el Viernes Santo y la Iglesia está desolada por la pasión de Cristo. Todo esto lo hace el sacerdote en total silencio, sin cantos ni oraciones.
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