La fe de bautismo certifica tu ingreso a la vida cristiana y es indispensable para acceder a otros sacramentos. Foto Vatican News.
La fe de bautismo constituye un documento canónico indispensable para acceder a otros sacramentos, pues es el documento que certifica que una persona ha sido bautizada. Perder el documento de este Sacramento de iniciación cristiana es una situación más común de lo que muchos piensan, aunque en la mayoría de los casos no se trata de un verdadero extravío, sino de desconocimiento o confusión sobre dónde se encuentra el registro.
En entrevista, el Presbítero Alejandro Medrano Rodríguez, Oficial de Actas y Matrimonios de la Arquidiócesis Primada de México, explica que el primer paso para cualquier persona que crea haber perdido su fe es indagar con familiares, padrinos y la parroquia donde se realizó el Sacramento. “Resulta muy difícil que alguien no pueda obtener información de la familia”, asegura el presbítero.
El presbítero explica que este tipo de información se puede rastrear a través de otros sacramentos, como la primera comunión o la confirmación, pues estos documentos contienen información sobre la parroquia donde se realizó el Sacramento.
Supongamos que se desea saber en qué parroquia fue bautizado Juan. Aunque no cuenta con su acta de bautismo, sabe que hizo la primera comunión en la Parroquia de San Miguel. Al consultar el libro de primera comunión de San Miguel, se encontrará el siguiente registro:
De esta manera, Juan podrá acudir a la Parroquia de Santa María para solicitar la actualización de su certificado de bautismo, gracias a que todas las iglesias tienen los libros de registro de los sacramentos que fueron impartidos.
No obstante, el padre Medrano asegura que sí hay casos extraordinarios donde en verdad no se encuentra registro alguno, es cuando la persona puede iniciar un trámite para obtener un acta juramentada, siguiendo un procedimiento formal que verifica cuidadosamente cada caso.
Un acta juramentada de bautismo es un documento eclesiástico que se expide únicamente en casos extraordinarios cuando realmente no se encuentra el registro original, ni se cuenta con pruebas físicas (foto, recuerdo, constancia, bolo, invitación) del sacramento.
El presbítero oficial de actas explica que este procedimiento permite certificar, bajo juramento y con testigos de primera mano (como padres, padrinos, hermanos o personas que hayan estado presentes en la celebración del sacramento) que la persona fue efectivamente bautizada, respetando la validez única del sacramento.
Se recomienda que antes de solicitar un acta juramentada, se realice una búsqueda exhaustiva en parroquias cercanas al domicilio de origen o donde se cree que se llevó a cabo el sacramento (debe de comprobar dicha búsqueda) presentarse a la Oficialía perteneciente y ellos indicarán el procedimiento y los requisitos dependiendo la situación. La autoridad eclesial revisa cuidadosamente cada caso antes de llevar a cabo el procedimiento y cuando se cumplen todas las verificaciones y realmente no se encuentra el registro original, el acta juramentada permite a la persona acceder a los sacramentos respetando siempre la validez única del bautismo, evitando confusiones o abusos en el registro sacramental.
El padre Medrano advierte que también existen casos en los que algunas personas fingen haber perdido su fe de bautismo con otros intereses, principalmente para intentar contraer un segundo matrimonio religioso.
“Se ha vuelto algo muy común que, sobre todo mayores de 40 años, lleguen con argumentos como que nadie recuerda dónde se bautizaron, que toda su familia ya murió o que no existe ningún registro”, explica. Sin embargo, estas contradicciones suelen delatar la intención. Por ello, la Iglesia pide un cuidado especial para no permitir abusos contra los sacramentos, en particular contra el matrimonio, el más afectado por estas prácticas.
El padre Medrano enfatiza que no se expiden actas de manera tan sencilla ni tampoco se “renueva” el Sacramento. “El bautismo es un sacramento que se da una sola vez, por lo que cada solicitud requiere un procedimiento específico”.
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Para recibir la Primera Comunión o la Confirmación, se solicita una copia actualizada de la fe de bautismo, que se tramita en la parroquia donde se celebró el sacramento. Este procedimiento garantiza la validez e integridad de los sacramentos y evita posibles confusiones que puedan afectar la vida sacramental de la persona.
Sí, para casarse por la Iglesia es obligatorio presentar la fe de bautismo. En estos casos, la actualización del documento se expide con una leyenda especial que certifica su validez para el matrimonio y tiene una vigencia de seis meses. Si el plazo vence sin utilizarse, es necesario solicitar una nueva copia actualizada.
De esta manera, la fe de bautismo no solo acredita el inicio de la vida cristiana, sino que también garantiza la validez de los sacramentos que acompañan la vida de los fieles.
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