El Papa Francisco asegura que la Sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer Milenio. Y tan importante es esta forma de ser Iglesia, que en el mundo entero se discute como llegar a serlo. Pero, ¿qué significa esto? ¿Por qué es tan relevante?

De acuerdo con la Comisión Teológica Internacional, “Sínodo” es una palabra antigua muy venerada por la Tradición de la Iglesia, cuyo significado se asocia con los contenidos más profundos de la Revelación. Compuesta por la preposición σύν, y el sustantivo ὁδός, indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios.

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En pocas palabras: Sínodo es el camino común. Hace referencia a un trabajo conjunto, a una forma específica de vivir y obrar de la Iglesia. En Sinodalidad, el Pueblo de Dios se compromete a ser comunión en el caminar juntos y a reunirse en asamblea. Pero, lo más importante, se compromete a que todos sus miembros participen activamente en su misión evangelizadora.

¿Qué son los Sínodos?

Desde el siglo II, la Iglesia habla de Sínodos a los que acudían los obispos para tratar problemas comunes. Durante el II Concilio Vaticano, Paulo VI anunció la creación de los Sínodos de Obispos. En estas reuniones, el Papa en turno fija los temas y preside las reuniones. Quienes asisten reciben el nombre de Padres Sinodales.

El Sínodo de los Obispos es una estructura privilegiada de práctica y promoción de la sinodalidad y en todos los niveles en la vida de la Iglesia. Mediante la consulta, el Sínodo de los Obispos tiene su punto de partida en el Pueblo de Dios y tiene como objetivo escuchar diferentes voces y puntos de vista, para llegar a una puesta en práctica dentro de la cultura de cada región.

El Sínodo de la Sinodalidad

En la actualidad, se desarrolla un Sínodo de los Obispos llamado Sínodo de la Sinodalidad, bajo el lema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Este sínodo, en la primera de dos etapas, comenzó el 4 de octubre de 2023 y concluyó el 27 del mismo mes. Después de un año de estudio, observaciones y análisis, el 2 de octubre de 2024 inició la segunda etapa.

En su etapa de apertura, el Sínodo de la Sinodalidad contó con la participación de 464 personas, la mayoría obispos, quienes discernieron de forma conjunta sobre asuntos que afectan a la Iglesia de todo el mundo. La segunda etapa concluirá el 27 de octubre, y en ésta la participación es de 368 personas, 96 de las cuales no son obispos, y entre ellas habrá 45 mujeres con derecho a voto.

DLF Redacción

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