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¿Qué es la oración? Aprende a silenciar los ruidos para escuchar a Dios

La vida en la ciudad es caótica y ajetreada y, en medio de todo este ruido, muchas veces es difícil escuchar a Dios.

No obstante, de acuerdo con el padre Fernando Casillas, director nacional de la Red Mundial de Oración del Papa, en medio de la rutina también es posible encontrar momentos para orar.

“El ruido externo, el de la ciudad, molesta y lastima porque es contaminación, agrede a mi persona y al otro. Pero esa capacidad de introspección para la oración puede hacerse incluso en el Metro, en el Metrobús o donde estés transitando. Se trata de hacer conciencia de ser creatura”.

“Pero los ruidos internos son más difíciles de silenciar. Son situaciones de debilidad que pueden perturbar más que el claxon de los autos”.

¿En qué consisten esos ruidos interiores de los que habla el sacerdote? La ambición, la lujuria, desearle mal a otra persona o a uno mismo.

“Son pensamientos, sentimientos y deseos que afectan y deterioran la imagen y semejanza de Dios en nosotros”, explica.

Orar, agrega, es hacernos conscientes de nuestra condición de creaturas para contactar con el Creador. “Si hacemos conciencia de esto podemos ver como un regalo y una gracia todo lo que se nos presenta”.

Se trata de establecer una relación con Dios, hablar y escuchar, aunque como toda relación, es importante fortalecerla y profundizarla.

Para ello, las fórmulas escritas pueden ser de gran ayuda, aunque la oración implica más que eso.

“Son una herramienta importante, pero no nos podemos quedar ahí, una persona de fe profunda no puede dejarlo todo en prácticas establecidas sino buscar escuchar la voz de Dios”.

“Hay prácticas religiosas muy bonitas, pero eso no me hace una persona de oración. Me puede ayudar si lo interiorizo, si lo profundizo”.

El padre Casillas asegura que lo que a él le funciona es un breve examen todas las noches para descubrir el paso de Dios durante su jornada, y preparar la intención del siguiente día.

“Trato de descubrir en 15 o 20 minutos el paso de Dios en mi modo de vivir de esa jornada, y al siguiente día poder iniciar dando las gracias, con un salmo o un canto, o simplemente ver lo que tengo a mi alrededor, y agradecer”.

Alejandro Feregrino

Periodista. Ha trabajado en radio, agencias de noticias y prensa escrita.

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