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¿Cómo puedo participar en mi parroquia si trabajo todo el día?

“Me encantaría ayudar en mi parroquia, pero no tengo tiempo” es una frase común entre muchos católicos que desean participar en las actividades parroquiales, pero enfrentan obstáculos como los horarios laborales, los largos traslados, las responsabilidades familiares y el cansancio, lo que dificulta su integración en la vida pastoral de la comunidad.

Sin embargo, “si se quiere, se puede”, hay formas sencillas, eficaces y concretas de participar en la parroquia incluso cuando se tiene poco tiempo disponible.

Ministros de la Eucaristía y comunidad de la Parroquia de María Inmaculada. Foto: Cortesía

¿Cómo participar en mi parroquia si no tengo tiempo?

Estas son algunas maneras accesibles de participar en tu parroquia, sin interferir con tus responsabilidades laborales ni familiares:

  1. Participar con los dones que se tiene y el tiempo que se pueda
    La participación parroquial no se limita a asistir a reuniones presenciales durante el día. Como señala Cáritas Mexicana, “todos podemos hacer el bien desde donde estamos, con lo que tenemos y con el tiempo que podemos dar”. Es decir, no es necesario esperar a tener tiempo libre para involucrarse: basta con ofrecerlo generosamente, aunque sea poco. Como dijo Santa Teresa de Calcuta: “Lo importante no es cuánto se da, sino con cuánto amor se entrega”.
  2. Participación remota, voluntariado, apoyo ocasional y donaciones:
    Participación en línea: muchas parroquias ofrecen misas transmitidas en vivo, cursos, grupos bíblicos o catequesis virtual. Participar desde casa es una forma legítima de integrarse.
    Voluntariado ocasional: hay actividades que se realizan en fines de semana o eventos específicos (como misiones, colectas, visitas a enfermos, catequesis dominical), donde puedes colaborar de forma puntual. Pregunta en tu parroquia cómo sumarte cuando tengas disponibilidad.
    Apoyo profesional o técnico: si tienes habilidades en áreas como diseño, contabilidad, redes sociales, comunicación o mantenimiento, muchas parroquias requieren ayuda en estos ámbitos y puedes ofrecer tu apoyo desde casa o en horarios flexibles.
    Donaciones y apadrinamientos: Cáritas y otras pastorales ofrecen la posibilidad de contribuir económicamente o apadrinar a personas necesitadas. Es una forma activa de vivir la caridad, aunque no puedas estar físicamente.
  3. Ayuda efectiva desde tu realidad: tres maneras de participar
    En la Parroquia de María Inmaculada, ubicada en la colonia CTM Atzacoalco (Zona Pastoral 1), promueve formas concretas para que todos puedan participar en la misión de la Iglesia, incluso con horarios limitados. Desde su grupo de Pastoral invitan a colaborar de manera flexible a través de varias acciones que permiten mantener viva la solidaridad y el sentido de comunidad, incluso entre semana:
    Oración personal o comunitaria: aunque no puedas estar presente físicamente, puedes ofrecer tu oración por los sacerdotes, los enfermos, los jóvenes o los necesitados de tu parroquia. Algunas comunidades organizan redes de oración por WhatsApp o correo electrónico, donde se envían intenciones semanales.
    Colectas de víveres organizadas entre vecinos o familiares: organizar pequeñas colectas de alimentos no perecederos entre tus vecinos, compañeros de trabajo o familiares. Basta con colocar una caja en casa, difundir la iniciativa por WhatsApp o redes sociales, y entregar lo reunido en la parroquia. Estas donaciones suelen destinarse a familias en situación vulnerable o a campañas específicas organizadas por Cáritas parroquial. Además de ayudar, fomentas una red de solidaridad en tu entorno más cercano.
    Apoyo económico para el sostenimiento parroquial: no siempre se habla de ello, pero las parroquias también necesitan recursos económicos para sostener su labor pastoral, pagar servicios, mantener el templo y apoyar a los más necesitados. Si no puedes colaborar presencialmente, una aportación económica, aunque sea modesta y periódica, es una forma concreta de participar en la misión de la Iglesia. Muchas comunidades cuentan ya con cuentas bancarias o métodos digitales de donación que facilitan este tipo de apoyo.
    Donativos en especie: Otra forma accesible de ayudar es donar productos básicos de uso cotidiano. Puedes reunir despensas completas o artículos sueltos (como arroz, frijol, aceite, pasta, leche en polvo), medicamentos que aún estén en buen estado y ropa limpia y en buenas condiciones. Estos donativos suelen ser canalizados a través de la pastoral social para atender a personas enfermas, adultos mayores, madres solas o familias en emergencia.
  4. Lo esencial: disponibilidad y compromiso
    Desde la perspectiva de la pastoral de Cáritas, “participar es ponerse en salida hacia el otro, ya sea a través de la oración, el servicio, la ayuda concreta o el consuelo. Por eso, lo más importante no es disponer de mucho tiempo libre, sino tener el deseo sincero de servir y el compromiso de hacerlo con constancia, aunque sea en gestos pequeños.
    En el Documento de Aparecida (2007), recuerda que la Iglesia necesita laicos discípulos y misioneros, insertos en el mundo, capaces de evangelizar desde su realidad cotidiana. En este sentido, trabajar todo el día no es una limitación, sino precisamente el contexto desde el cual muchos pueden dar testimonio de su fe y vivir una auténtica misión evangelizadora.

Tu trabajo también es una forma de participación

Muchas veces creemos que la participación en la Iglesia es únicamente con actividades dentro del templo, pero la vocación del laico es precisamente vivir y anunciar el Evangelio en medio del mundo. Esto incluye el lugar de trabajo, donde pasamos gran parte del día.

Dar testimonio de la fe en el entorno laboral —con actitudes como la honestidad, el respeto, la solidaridad, la puntualidad y el trato digno hacia los demás— es ya una forma concreta de evangelización.

Como afirmó el Papa Francisco en su discurso a los miembros del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, “Mirando ‘como hermanos’ a la multitud de fieles laicos de todo el mundo, comprenderéis mejor que vuestra tarea no es ante todo crear iniciativas… sino aumentar en ellos la conciencia de ser testigos de Cristo en la vida privada y en la sociedad, diría yo, casi ‘signos visibles’ de la presencia de Cristo en todo ambiente.” (16 de noviembre de 2019).

Cynthia Fabila L.

Periodista con más de 20 años de trayectoria, titulada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. A lo largo de su carrera ha colaborado en reconocidos medios nacionales como Milenio, El Gráfico de El Universal, Revista Alto Nivel y Desde la fe, entre otros. Su trabajo se ha enfocado en temas sociales, culturales y de interés humano, con un compromiso constante por informar con profundidad y sensibilidad.

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