Cada mañana podemos comenzar el día haciendo un ofrecimiento a Dios, ¿qué significa esto?: decirle que todo lo que vamos a hacer durante esta jornada es para Él.
En las oraciones de ofrecimiento nos comprometemos sinceramente a que nuestras acciones del día serán buenas, pues son como un regalo para Él, por ello, nos comprometemos a esforzarnos en el cuidado de nuestra familia, en nuestro trabajo, en vencer nuestros defectos.
Y en estas oraciones también ofrecemos aceptar la voluntad de Dios. En la vida hay circunstancias que nos generan gran sufrimiento y que no podemos cambiar, cada uno de estos momentos requiere de aceptar la voluntad de Dios, que sabe todo lo que nosotros desconocemos.
Por eso en las oraciones de ofrecimiento le pedimos fuerza para aceptar su voluntad, con la seguridad de que por alguna razón traerá lo mejor para nosotros, aún así no podamos verlo en este momento.
Existen varias oraciones de ofrecimiento. Te presentamos una oración escrita por Santa Teresita del Niño Jesús, con la que puedes ofrecer tu día a día a Dios:
Dios mío, te ofrezco todas mis acciones de este día por Tus intenciones y para la gloria de Tu Sagrado Corazón. Quiero santificar cada latido de mi corazón, mis pensamientos y mis insignificantes obras, uniéndolas a Tus infinitos méritos y para reparar mis faltas, arrojándolas a la inmensa hoguera de Tu amor misericordioso. Dios mío, Te pido para mí y para mis seres queridos la gracia de cumplir a perfección Tu santa voluntad y de aceptar, por Tu amor, las alegrías y las penas de esta vida pasajera, para que un día estemos reunidos en el cielo por toda la eternidad.
Amén.
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