El rostro de Jesús ha sido recreado por medio de un software de inteligencia artificial que tomó como base la Sábana Santa de Turín, el manto con el que se cree fue cubierto el cuerpo de Cristo previo a su resurrección.
La IA se utilizó para reinterpretar la enigmática reliquia sagrada, a fin de revelar la “verdadera cara de Jesús”, luego de que un grupo de científicos italianos constatara que el manto sacro data de una fecha consistente con el tiempo de vida de Jesús.
El nuevo análisis científico realizado al Santo Sudario sugiere que el lienzo cuenta con unos 2 mil años de existencia, una cantidad superior a la cuestionada por un grupo de expertos y críticos.
En efecto, los resultados de la investigación, disponibles en la revista de acceso abierto Heritage, incluyeron un nuevo método para probar hilos de lino antiguos, según publica en inglés el sitio Diario Cristiano.
Los científicos en cuestión pertenecen al Instituto de Cristalografía del Consejo Nacional de Investigación de Italia. Su análisis -con base en la dispersión de rayos X- habría “demostrado que la tela se remonta a unos 2000 años, cuando Jesús habría estado vivo”, según reseña el diario Express.
En tal sentido, el medio se apoyó del software Midjourney para obtener una simulación de la que sería la cara detrás del sudario, y por ende, de Jesús. Como resultado, se muestra el que sería el rostro de Cristo con pelo largo y fluido; así como con barba, similar a diversas representaciones clásicas.
Si bien, ya en el pasado se ha usado la Sábana Santa para revelar cómo era el cuerpo de Jesús, la novedad en este caso apunta igualmente al nuevo hallazgo científico que validaría la datación de la tela, no exenta de polémica como la despertada contra las fallas presentes en el análisis del carbono 14.
En todo caso, la Sábana Santa que habría cubierto el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo tras ser bajado de la cruz, no deja despertar una excepcional fascinación por ser una reliquia de primer orden y testigo directo de su Resurrección.
De ella, dijo el Papa Juan Pablo II desdela catedral de Turín en 1998: “Es uno de los signos más conmovedores del amor sufriente del Redentor”.
También el papa Benedicto XVI se dejó seducir por el esplendor que emana del Santo Sudario. El domingo 2 de mayo de 2010 realizó una veneración durante su visita pastoral a Turin. Sobre ella, dijo:
“La Sábana Santa es un icono escrito con sangre; sangre de un hombre flagelado, coronado de espinas, crucificado y herido en el costado derecho. La imagen impresa en la Sábana Santa es la de un muerto, pero la sangre habla de su vida. Cada traza de sangre habla de amor y de vida. Especialmente la gran mancha cercana al costado, hecha de la sangre y del agua que brotaron copiosamente de una gran herida provocada por un golpe de lanza romana, esa sangre y esa agua hablan de vida. Es como un manantial que susurra en el silencio y nosotros podemos oírlo, podemos escucharlo en el silencio del Sábado Santo”.
Por su parte, el papa Francisco publicó una carta el Sábado Santo 11 de abril de 2020 con motivo de la ostensión extraordinaria de la Sábana Santa. En escrito, el pontífice indica:
“Como cristianos, a la luz de las Escrituras, contemplamos en esta tela el ícono del Señor Jesús crucificado, muerto y resucitado. A Él nos confiamos, en Él confiamos. Jesús nos da la fuerza para afrontar cada prueba con fe, con esperanza y con amor, con la certeza de que el Padre siempre escucha a sus hijos que claman a Él, y los salva”.
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