Conoce cuándo es el día de el día de San Juan Evangelista en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica
San Juan fue uno de los 12 apostoles y uno de los 4 evangelistas y después de Pedro, fue el más citado en las Sagradas Escrituras. Su Evangelio fue el último que se escribió, y el autor, más que pretender informar lo que hizo Jesús, revela quién era él, y como lo dice en su prólogo: “aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de amor y de verdad”. Para Juan, los milagros de Jesús son signos o señales que revelan esta esencia en su persona.
Su narración la inicia con la referencia de Juan el Bautista quien da testimonio de Cristo a quien bautiza en el río Jordán, y la forma en la que seleccionó a sus primeros apóstoles en Galilea.
Al igual que Santiago el Mayor, quien era su hermano y de su padre, Zabedeo, Juan era pescador y los tres preparaban las redes en una barca en el Lago Tiberíades, cuando pasó por allí Jesús y les dijo a los dos hermanos: síganme y ellos lo siguieron (Mt. 1; 19).
En las narraciones bíblicas, Juan aparece siempre en los más importantes acontecimientos, como fue en la transfiguración del Señor (Lc. 9, 98); en la agonía del huerto de Getsemaní antes de ser apresado (Mc. 14,33); al pie de la cruz en el Calvario, donde, además, Jesús le confía a su madre para que no quede abandonada (Jn. 19, 26). En sí, Juan ocupaba un lugar preferente entre los Apóstoles, y en la última Cena, su cabeza descansó sobre el pecho del Señor.
Juan fue el primero en llegar al sepulcro luego de que Magdalena lo hubiera encontrado vació (Jn. 20, 4), y también fue el primero que lo reconoce resucitado en Galilea. (Jn. 21,7).
Después de Pentecostés, Pedro y Juan fueron inseparables algún tiempo; oraban y predicaban juntos y fueron encarcelados en la misma prisión. Juntos fueron con los cristianos de Samaria “a fin de que el Espíritu Santo les sea dado”, como dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles (He. 3, 4 y 8). Luego se separaron y Juan terminó sus días como obispo de Éfeso, en la actual Turquía.
Durante la persecución religiosa de Domiciano (81-96), Juan ya muy anciano fue desterrado a la isla de Patmos donde se cree que escribió el Apocalipsis, y a la muerte del emperador, Juan volvió a Éfeso donde al parecer escribió su Evangelio, así como sus epístolas, según algunos historiadores.
Este destierro, según la leyenda, se debió a que Juan fue sentenciado a morir en una tina de aceite hirviendo, pero al no sufrir ningún daño, el emperador decidió deshacerse de él mandarlo a la isla de Patmos.
La fiesta litúrgica de San Juan Evangelista es el 27 de diciembre, y en el arte sacro es representado muy envejecido, con el libro del Evangelio en sus manos, y con las alas o la cabeza de un águila.
San Juan es patrono de varios oficios, entre ellos: los escultores, los notarios, los fabricantes de papel, velas y de los espejos, los grabadores, y es invocado contra las dolencias del pie, el granizo y para una buena cosecha.
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