La elección de la mejor hora para rezar una novena puede depender de varios factores ¡Te decimos!
Rezar en horas específicas ha sido fundamental en la vida de los cristianos. Jesús, el modelo de oración continua y perseverante, motivó a sus seguidores a orar incesantemente.
A lo largo de la historia de la Iglesia, los seguidores de Cristo, desarrollaron y practicaron diversas formas de oración en determinados momentos del día.
Hay muchos rezos que se hacen a las 3 pm, recordando la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. El Angelus se reza ordinariamente a las 12 del mediodía, aunque en muchos monasterios también se recita a las 6 am y a las 6 pm. A esto se le llama la santificación del tiempo.
Algo tan ordinario como el pasar del tiempo se hace santo por dedicarse a Dios. La Liturgia de las Horas, por ejemplo, tiene como finalidad la santificación del tiempo por medio de lectura orante de los salmos en determinados momentos del día: Laudes, al amanecer; Vísperas, al atardecer; Completas, antes de dormir; las horas menores a las 9 am, 12 m y 3 pm; y el Oficio de Lectura en cualquier momento del día.
Los rezos de las novenas católicas son un ejercicio de devoción que tienen su origen desde el cristianismo primitivo, aunque la gran mayoría de las que conocemos en la actualidad se consolidaron y promovieron en la Edad Media y en la Edad Moderna: a San José, al Espíritu Santo, a la Inmaculada Concepción, a la Virgen María, etc.
Se practican durante nueve días consecutivos para pedir alguna gracia o por alguna determinada intención. Son nueve días, y no otro número, porque se refieren a los nueve días entre la Ascensión y Pentecostés. En esta espera la Virgen María y los discípulos vivieron en constante oración: “Todos ellos perseveraron en la oración con un mismo espíritu” (Hch 1, 14) y al final recibieron al Espíritu Santo.
Por ello, la novena es un tiempo de oración a la espera de una gracia. También pueden rezarse nueve veces un día a la semana (nueve viernes, por ejemplo). Hay ciertas novenas que por su naturaleza deben rezarse en determinadas horas del día, sin embargo, la hora en que se realice depende de las condiciones de la misma.
La novena de la Divina Misericordia, por ejemplo, se debe realizar a las 3 de la tarde, ya que en las revelaciones de Sor María Faustina Kowalska, Jesús le pidió explícitamente que fuera en ese momento:
“Yo te recuerdo hija mía que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma” (Diario de Santa María Faustina Kowalska V, 144).
No hay necesidad de esperar una fecha específica para comenzar una novena y cada una de ellas es diferente. Tampoco hay una hora ideal para todas las novenas. Lo importante es la perseverancia en la oración y vivirla con una verdadera devoción; ya que para Dios es más valiosa la oración que se hace desde el corazón y no solo desde los labios.
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