Papa Francisco: Sin la fe, todo se cae; sin la oración, la fe se apaga

En su Audiencia General de este 14 de abril, el Papa Francisco reflexionó en la Iglesia como escuela de oración, destacando la importancia de transmitir de generación en generación “la lámpara de la fe con el aceite de la oración”.

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Señaló que si una tarea esencial tiene la Iglesia, es rezar y educar a rezar, pues la oración, “ese don que en la infancia recibimos con sencillez, después nos damos cuenta de que es un patrimonio muy grande y muy rico, y que la experiencia de la oración merece ser profundizada cada vez más”.

En este sentido, el Papa Francisco recordó que es precisamente en la infancia cuando muchos de los fieles aprenden “a silabear las primeras oraciones” junto con los padres o los abuelos.

“Quizá custodiamos el recuerdo de la madre y del padre que nos enseñaban a recitar las oraciones antes de ir a dormir. Esos momentos de recogimiento son a menudo aquellos en los que los padres escuchan de los hijos alguna confidencia íntima y pueden dar su consejo inspirado en el Evangelio”

El Papa Francisco señaló que en la medida que oramos crecemos en la fe, y después de ciertos pasajes difíciles de la vida, nos damos cuenta de que sin fe no hubiéramos podido superarlos, y de que la oración representó nuestra fuerza.

Pero  no sólo es importante la oración personal -dijo-, sino también la oración en comunidad; por eso, cuando el Maligno quiere combatir a la Iglesia, lo primero que hace es tratar de secar sus fuentes, desanimando los rezos de los fieles. 

Finalmente, externó que sin la luz de la oración no podremos ver los rostros de los hermanos a los que es preciso acercarse y servir, ni iluminar la habitación donde nos encontramos en comunidad. “Sin la fe, todo cae, y sin la oración la fe se apaga. Por eso la Iglesia es escuela de oración”.

El Papa volverá al Regina Coeli desde el balcón

El próximo domingo 18 de abril se abrirán nuevamente las ventanas del estudio papal que da a la Plaza de San Pedro, y el Papa Francisco reaparecerá para recitar el Regina Coeli, la oración mariana del tiempo de Pascua.

En las últimas semana, dichas ventanas habían permanecido cerradas, después de varios cierres y reaperturas intermitentes, que iniciaron con el primer confinamiento del año pasado -del 8 de marzo al 24 de mayo-, lapso en que el Papa Francisco guió las oraciones desde la Biblioteca del Palacio Apostólico.

Después vinieron otros cierres y reaperturas, tras las cuales el Santo Padre ha decidido volver a abrir las puertas del estudio para recitar el Regina Coeli como de ordinario y saludar a la comunidad reunida en la Plaza de San Pedro.

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