Papa Francisco: Dios nos da su amor gratis, ese es el regalo de Navidad

“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor, a mí, a ti, a cada uno de nosotros. Él nos dice hoy: te amo y siempre te amaré, eres precioso a mis ojos. Este es el regalo que encontramos en Navidad, descubrimos que el señor es toda la gratuidad, toda la ternura. Nació pobre de todo para conquistarnos con la riqueza de su amor”, dijo el Papa Francisco durante su homilía en la Misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro.

Aseguró que Dios no ama con condiciones, ni por buenos comportamientos o castiga cuando hay mal comportamiento. “Esta noche, el amor de Dios se ha mostrado nosotros a través de Jesús, quien se hizo pequeño para ser amado por nosotros, para dejarse abrazar por nosotros”.

El amor de Dios no es negociable

Afirmó que el amor de Dios “no es negociable, no hemos hecho nada para merecer lo que nunca podremos recompensar”. Se ha manifestado la gracia de Dios en esta noche nos damos cuenta de que aunque no estábamos a la altura él se hizo pequeño para nosotros mientras andábamos ocupados en nuestros asuntos.

El Pontífice añadió que en Nochebuena se descubre la belleza del amor de Dios y del ser humano, porque “somos los amados de Dios, en el bien y en el mal, en la salud y en la enfermedad, felices o tristes. A sus ojos nos vemos hermosos, no por lo que hacemos, sino por lo que somos.  Hay en nosotros una belleza indeleble, intangible, una belleza irreprimible que es el núcleo núcleo de nuestro ser. Hoy Dios nos lo recuerda, tomando con amor nuestra humanidad y haciéndola suya”.

Es una alegría para la humanidad

Durante la homilía, el Papa Francisco explicó que la alegría anunciada a los pastores, -el nacimiento de Jesús-, es para todo el mundo. “Así como los llamó a ellos, también nos llama a nosotros porque nos ama, y en las noches de la vida -a nosotros como a ellos- nos dice: no teman, ánimo, no hay que perder la confianza, no hay que perder la esperanza, no hay que pensar que amar es tiempo perdido”.

Añadió que en esta noche el amor venció al miedo, apareció una nueva Esperanza: “la luz amable de Dios venció a la oscuridad de la arrogancia humana. ¡Humanidad Dios te ama, se hizo hombre por ti, ya no estás solo!”.

Asimismo dijo que “lo que sale mal en la vida, lo que no funciona en la Iglesia, lo que no va bien en el mundo ya no será una justificación, pasará a un segundo plano, porque frente al amor excesivo de Jesús que es todo mansedumbre y cercanía, no hay excusas”.

Dejarse amar por Dios

Aseguró que la pregunta que surge en Navidad es “¿me dejo amar por Dios? ¿me abandonó a su amor que viene a salvarme?” Dijo que un regalo así de grande, el amor de Dios, merece la gracia de la gratitud e indicó que hoy es el día adecuado para acercarse al pesebre para agradecer.

Al respecto, mencionó que el don es ser Jesús. “La mejor manera de cambiar el mundo es cambiar nosotros, cambiar la Iglesia, cambiar la historia. Cuando comenzamos cambiarnos a nosotros mismos, hacemos un de nuestra vida un don”.

“Queridos hermanos, si tus manos te parecen vacías, si ves tu corazón pobre de amor esta noche es para ti, se ha manifestado la gracia de Dios para resplandecer tu vida, acoge la y creará en ti la luz de la Navidad. Se ha manifestado la gracia de Dios que salva el mundo”, concluyó así el Pontífice su homilía de Nochebuena.

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