El Papa Francisco llamó nuevamente a la paz en las zonas en conflicto en el mundo, especialmente en países como el Líbano, Siria, Eritrea; y en Tierra Santa.
Durante una reunión con los participantes de la 94° Asamblea Plenaria de la Reunión Obras Ayuda Iglesias Orientales, el Santo Padre recordó el sufrimiento y los conflictos que minan el presente y el futuro de varios países de Oriente Medio y África.
“Siempre soñamos que en el cielo se extienda el arca de la paz, dada por Dios a Noé como signo de la alianza entre el cielo y la tierra y de la paz entre los hombres”.
“A menudo, sin embargo, incluso recientemente, esos cielos -recordó el Pontífice- están surcados por artefactos que traen destrucción, muerte y miedo”.
El Papa Francisco recordó también la situación que vive Siria y aseguró que siempre está siempre presente en el corazón de Dios, aunque lamentó que parece que el Señor ” no logra tocar el corazón de los hombres que tienen en manos el destino de los pueblos”.
En Siria, agregó, “queda el escándalo de diez años de conflicto, de millones de desplazados internos y externos, de las víctimas, de la necesidad de reconstrucción que sigue siendo rehén de la lógica partidista y de la falta de decisiones valientes por el bien de esa martirizada nación”.
El Papa resaltó la importancia de reconstruir las iglesias y catedrales que se han destruido por los conflictos armados.
“Pero antes –dijo el Papa- es necesario prestar atención las piedras vivas que están heridas y dispersas”.
El Santo Padre, por último, agradeció a todas las personas que apoyan los proyectos de ayuda a la s iglesias orientales; “a menudo son simples fieles, familias, parroquias, voluntarios”, destacó.
No obstante, lamentó que la crisis económica que arrastró la pandemia también ha provocado que una baja en la ayuda recibida por estas organizaciones.
“Me han dicho que en 2020 la colecta para Tierra Santa pudo recaudar aproximadamente la mitad que en años anteriores. Ciertamente, pesaron mucho los largos meses en los que la gente no pudo reunirse en las iglesias para las celebraciones, pero también la crisis económica generada por la pandemia”.
“Si por un lado esto es bueno para nosotros, porque nos empuja a una mayor esencialidad, sin embargo, no puede dejarnos indiferentes, pensando también en las calles desiertas de Jerusalén, sin peregrinos que van a regenerarse en la fe, pero también a expresar una solidaridad concreta con las Iglesias y las poblaciones locales”.
De acuerdo con Vatican News, La 94ª Asamblea Plenaria de ROACO, inaugurada el 21 de junio, contó con la presencia de numerosos invitados de Oriente Medio y África. Las obras se inauguraron con un enfoque en Tierra Santa.
A continuación, los trabajos se centraron en Etiopía, Armenia y Georgia y, finalmente, a toda la región de Oriente Medio.
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