El Papa Francisco hizo un nuevo llamado a ofrecer a los enfermos terminales cuidados y alivio, pero jamás la muerte.
Así lo dijo este viernes al recibir en audiencia a un grupo de políticos franceses, a quienes les recordó el papel de su servicio y la importancia de estar cerca de los ciudadanos con especial atención a las personas que se encuentran al final de su vida: “a las generaciones futuras debemos dejarles un enriquecido legado cultural, social e intelectual“, les pidió.
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El Santo Padre -reportó Vatican News– también les explicó que la política debe dar “prioridad a las necesidades esenciales” de los ciudadanos, “a menudo descuidados en favor de temas de moda que tienen menos que ver con su vida cotidiana”.
Se refirió de manera particular a la atención de los ancianos y a las personas que se encuentran al final de su vida, “a las que hay que acompañar mediante el desarrollo de los cuidados paliativos“.
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Y reiteró: “Los operadores por su naturaleza, tienen la vocación de proporcionar cuidados y alivio, ya que no siempre pueden curar, ¡pero no podemos pedir a los operadores que maten a sus pacientes!”.
“Si matamos con justificaciones, acabaremos matando cada vez más. Me atrevo a esperar que, en temas tan esenciales, el debate pueda realizarse con la verdad para acompañar la vida hasta su fin natural y no dejarnos atrapar por esta cultura del descarte que hay en todas partes”.
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