El Papa Francisco en su viaje a Bulgaria. Foto: Vatican Media
Desde la plaza Knyaz Alexander de Sofía, el Papa Francisco presidió una multitudinaria Misa, en el marco de su visita apostólica a Bulgaria.
En su homilía habló de “tres estupendas verdades” que marcan nuestra vida como discípulos. Aquí te las presentamos:
Dios nos llama. “Todas las mañanas, nos busca allí donde estamos y nos invita «a alzarnos, a levantarnos de nuevo con su Palabra, a mirar hacia arriba y a creer que estamos hechos para el Cielo, no para la tierra; para las alturas de la vida, no para las bajezas de la muerte»”.
“Cuando la llamada de Jesús es la que orienta nuestra vida, el corazón se rejuvenece”.
Dios nos sorprende. “Es el Señor de las sorpresas que no sólo invita a sorprenderse sino a realizar cosas sorprendentes (…) por ello les propone algo insólito, poniéndonos en movimiento y lanzándonos nuevamente a arriesgar”.
Jesús, insiste el Papa Francisco, es “el Señor de las sorpresas que rompe los encierros paralizantes, devolviendo la audacia capaz de superar la sospecha, la desconfianza y el temor que se esconden detrás del ‘siempre se hizo así’
Dios nos ama. “Por eso pide a Pedro y nos pide a nosotros que sintonicemos con su mismo lenguaje: «¿Me amas?». Pedro acoge la invitación y, después de tanto tiempo pasado con Jesús, comprende que amar quiere decir dejar de estar en el centro”.
“Ser cristiano es una invitación a confiar que el amor de Dios es más grande que toda limitación o pecado”.
“He aquí el milagro de Dios que, si nos dejamos guiar por su amor, hace de nuestras vidas obras de arte”.
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