El chismorreo es el anti Espíritu Santo y por ello el Papa Francisco llamó a los participantes en el Sínodo de los Obispos a dejarlo de lado y a hablarse con la verdad y de frente.
El Papa Francisco urgió a los 464 participantes en el Sínodo de los Obispos a dejar de lado el chismorreo porque, además de ser una enfermedad muy frecuente en la Iglesia, es el anti Espíritu Santo y de caer en ellos los trabajos que realizarán en las próximas semanas no irán por buen camino.
Al abrir los trabajos de la primera Congregación General del Sínodo sobre la Sinodalidad en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco insistió en que se debe dejar de lado el chismorreo, sobre todo para “no entristecer” al Espíritu Santo, que se desanima con “palabras vacías, palabras mundanas”.
En este tenor, pidió a los Obispos y laicos reunidos en las mesas de trabajo a hablarse de frente y dejar de lado los chismes, que son un “hábito humano, pero no bueno”, y recordar que el objetivo de un sínodo es hablarse con la verdad.
“El chismorreo es el anti-Espíritu Santo, va en contra…. Y si no dejamos que Él nos cure de esta enfermedad, difícilmente será bueno un camino sinodal. Al menos aquí: si no estás de acuerdo con lo que dice ese obispo o lo que dice esa monja o ese laico de ahí, díselo a la cara. Para eso es un Sínodo. Para decir la verdad, no la cháchara por debajo de la mesa”, señaló el Papa Francisco.
Luego de hacerle el llamado para dejar de lado el chismorreo en las sesiones de trabajo, el Papa Francisco les reiteró a los Obispos y laicos provenientes de todo el mundo que el Sínodo de la Sinodalidad es un camino que ha marcado el Espíritu Santo y no es un parlamento.
En este tenor, los invitó a que “con este espíritu comencemos a trabajar, hoy”, recordando lo que dijo en su homilía durante la Misa de Apertura del Sínodo en la Plaza de San Pedro, que este encuentro de la Iglesia tampoco es una reunión de amigos para dar opiniones.
“El Sínodo no es un parlamento, es otra cosa; el Sínodo no es una reunión de amigos para resolver algunas cosas del momento o dar opiniones: es otra cosa”, aseveró el Papa Francisco luego de que los instara a dejar de lado el chismorreo.
“Si hay otros caminos por intereses humanos, personales, ideológicos en medio de nosotros, no será un Sínodo”, advirtió el Papa Francisco, “será una reunión más parlamentaria, que es otra cosa. El Sínodo es un camino que hace el Espíritu Santo”.
Durante su intervención, el Papa Francisco subrayó que más allá de dejar de lado el chismorreo, la prioridad del Sínodo de los Obispos es la escucha, ya que se debe dar un mensaje que “sea reflejo de esta vida en el Espíritu Santo”.
“Hace falta un ascetismo (buscar la perfección espiritual y renunciar a lo mundano), un cierto ayuno de la palabra pública para custodiar esto. Y lo que se publique, que sea en este ambiente.
“Algunos dirán -lo están diciendo- que los obispos tienen miedo y por eso no quieren que los periodistas digan. No: el trabajo de los periodistas es muy importante. Pero hay que ayudarles a decir esto, este ir en el Espíritu”, concluyó el Papa Francisco.
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