Iglesia en México

Las monjas clarisas y su receta secreta para preparar rompope

En México, desde el siglo XVII, el rompope ha estado íntimamente ligado a la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, popularmente conocidas como las monjas clarisas.

Si bien no se conoce a ciencia cierta su origen -pues existen bebidas similares en otros países, como el rompón chileno- las clarisas de Puebla lo popularizaron. Pese a que se utilizan pocos ingredientes, el proceso de elaboración requiere de experiencia, preparación, paciencia y, sobre todo, de mucha delicadeza.

También puede ver: Santa Clara de Asís, fundadora de las Clarisas

¿Cómo se puede preparar esta bebida?

Esta es la receta para preparar rompope de las monjas clarisas

Lo primero es poner a hervir leche fresca con vainilla, azúcar y canela.

“Cuando se agrega la yema hay que mover y mover durante una hora. ¡Pero sin dejar de mover, porque se corta!” cuenta la hermana clarisa Cecilia Vera, encargada de la rompopería del Monasterio de Corpus Christi, en Tlalpan.

Después, se deja reposar y será hasta el siguiente día cuando se agregue el sabor final, que puede ser piñón, vainilla, nuez, almendra, café y pistache.

“Nosotras no utilizamos ningún sabor ni colorante artificial, siempre procuramos que sea natural. Al final agregamos el alcohol que, además, funciona como conservador”.

¿Dónde se originó el rompope?

El origen poblano de esta bebida es una historia que ya es una leyenda. Se dice que una monja mestiza llamada Eduviges, de la congregación de Santa Clara, era la encargada de prepararla, y consiguió el permiso de su Obispo para que las religiosas y sus familias pudieran probarla, hasta entonces reservada para personajes atendidos en los conventos. A partir de ahí comenzó a popularizarse.

Ingredientes del rompope

Lo cierto es que, en los monasterios de las clarisas, la receta ha pasado entre generaciones y se ha extendido a conventos de otras congregaciones.

Puedes preparar rompope en tu casa siguiendo esta receta

La hermana Cecilia, de la Ciudad de México, nunca imaginó que se convertiría en una maestra del rompope. “Siempre estuve en la repostería, pero este oficio es muy agradable, me gusta mucho (…) Es un trabajo muy minucioso y delicado. No puede estar nada sucio ni en contacto con la grasa, porque la leche se corta”.

“La rompopería está en un lugar separado de la cocina, donde no hay nada que pueda provocar que la leche se corte”. Pedidos al teléfono 55-5573-0032.

Alejandro Feregrino

Periodista. Ha trabajado en radio, agencias de noticias y prensa escrita.

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