Sexta estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús.
En la Sexta Estación del Viacrucis, la Verónica enjuga con un paño el rostros ensangrentado de Jesús, como un pequeño gran gesto de ayuda en el camino, que ha trascendido a través de los siglos. Este no lo encontramos en la Biblia: pertenece a la tradición.
Puedes leer: Guía para reflexionar en la Tercera Estación del Viacrucis
“Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por Él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: ‘Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, sino lloren por ustedes mismas y por sus hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán: «Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron». Entonces comenzarán a decir a los montes: «Caigan sobre nosotros»; y a los collados: «Cúbranos. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?»’” (Lc 23, 27-31)
Jesús es llevado al Calvario por las calles de Jerusalén atestadas de gente que quiere ver, hasta el último detalle, el suplicio del reo. ¡De pronto, una mujer burla la barrera de soldados y se cuela hasta llegar frente a Jesús! Conmovida por la sangre y la suciedad que cubren su rostro, se quita el velo blanco con que cubre su cabeza y con él limpia amorosamente el rostro de Jesús. Los soldados la apartan del condenado a muerte y la arrojan a un lado de la calle. La Verónica ve a Jesús alejarse y, cuando va a colocar su velo sobre su cabeza, descubre, agradecida, el rostro de Jesús impreso en él con tinta de sangre. El amor al prójimo deja una hermosa huella.
6 estación del Viacrucis. Diseño: María Escutia
A través de la meditación, la oración, la contemplación y las acciones que podemos llevar a cabo respecto a la anterior lectura del Evangelio, podemos plantearnos lo siguiente:
Puedes descargar una guía para la meditación de la Sexta Estación del Viacrucis: Aquí
Para México la vida y el testimonio de los mártires, le ha destacado como una…
El reino de Cristo no tiene nada que ver con los encajes, las telas finas,…
Jesús es ese Rey, al que Sus adversarios no reconocieron, pero sí el ladrón que…
En Cristo tenemos la libertad encausada al bien y la paz en el orden, no…
El primero fue la causa de la condena del Señor. El segundo es el reconocimiento…
El Papa León XIV: los procesos de nulidad son un servicio pastoral que une verdad,…