Monseñor Eduardo Cervantes Merino, Obispo de la Diócesis de Orizaba, y los sacerdotes Jafet Odilón García Velázquez y Gilberto Cruz López, fueron víctimas de un asalto en la autopista Orizaba-Puebla (México), a la altura de Cumbres de Maltrata, en el municipio poblano de San José Cuyachapa.
De acuerdo con información proporcionada por la vocería de la Diócesis de Orizaba, el asalto se llevó a cabo el miércoles 3 de abril de 2024 por la noche, cuando un grupo armado de 8 delincuentes detuvieron, en medio de la niebla, a varios vehículos en ese tramo de la carretera, entre los que se encontraba el carro en el que viajaban el Obispo y los sacerdotes.
Luego de que fueran detenidos dos tracto-camiones y cinco vehículos particulares, los delincuentes amenazaron a los viajeros con armas largas y cortas y los obligaron a entregar todas sus pertenencias, incluidas las insignias religiosas que llevaban el obispo y los dos sacerdotes.
En especial, a Monseñor Cervantes Merino, presidente de la Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis, durante el asalto los delincuentes le arrebataron una de sus insignias Episcopales.
Luego de ser víctimas del asalto ocurrido en la autopista Orizaba-Puebla, Monseñor Cervantes Merino y los padres García Velázquez y Cruz López, pidieron que Dios toque los corazones de los delincuentes, e hicieron un llamado a las autoridades civiles a reforzar la seguridad en la zona y asumir su responsabilidad en dichos hechos.
“Pedimos a Dios que toque los corazones de quienes provocan tanto sufrimiento. Hay trabajo pendiente aún en la iglesia… La reconstrucción del tejido social es tarea de todo”, sostuvieron en el mensaje conjunto emitido por los tres.
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