Iglesia en México

El consejo de un sacerdote que llevó a la cima a los Leones de Yucatán

“Insiste, resiste, persiste y nunca desistas”. Este es el mensaje que el padre Lorenzo Mex Jiménez repite partido a partido desde hace 30 años a los integrantes del equipo de béisbol Leones de Yucatán, que este lunes consiguió el campeonato de la Serie del Rey, tras vencer 6-1 a los Sultanes de Monterrey.

Antes de cada partido, el presbítero y su equipo de capellanes se reúnen con los jugadores para hacer un momento de oración y ofrecer al Señor el juego que está por iniciar.

Los Leones de Yucatán, con sus capellanes y Mons. Pedro Mena Díaz. Foto: Cortesía.

En entrevista con Desde la fe, el padre Lorenzo no sólo transmite su celo pastoral, sino su enorme pasión por el juego de pelota.

“El béisbol -asegura- es como la vida, y nos enseña muchísimas cosas: el respeto a las leyes, a las autoridad y a los integrantes del otro equipo”.

“Yo siempre les digo unas cuantas palabritas: insiste, resiste, persiste y nunca desistas. Es toda una actitud ante la vida”.

Una actitud que los Leones tienen muy bien asumida, pues saben sobreponerse al fracaso como bien lo demostraron en la serie ante Sultanes, que venían perdiendo 3-2, una remontada para la historia que terminó con dos victorias en el campo rival.

Puedes leer: ¿Es válido pedirle a Dios que gane mi equipo de fútbol?

“Los últimos dos juegos fueron en Monterrey -cuenta emocionado el sacerdote-, y contra todo pronóstico se trajeron la copa. Fueron por ella y no nos quedaron mal”.

El padre Jorge Martínez, uno de los capellanes, en oración con el equipo. Foto: Cortesía.

“Un pelotero más”

La labor que el padre Lorenzo y los capellanes de la Arquidiócesis de Yucatán realizan con el equipo de béisbol no se limita a una oración y algunas Misas durante la temporada. A lo largo de todos estos años, han celebrado el Matrimonio de muchos jugadores, han bautizado a sus hijos y les brindan acompañamiento espiritual en momentos de dificultad.

Pero también han celebrado con ellos las victorias, pues no sólo los acompañan con la oración, sino desde el dugout –el banquillo de los jugadores y el cuerpo técnico– durante los partidos que juegan como locales.

“Yo empecé en las gradas donde presenciaba el partido, pero de un tiempo para acá, desde hace ocho o 10 años ya no voy a las gradas, me gusta estar con ellos, animarlos en los momentos difíciles y compartir las alegrías cuando las cosas salen bien”.

Los capellanes no percibimos ni un centavo por ese servicio, lo hacemos de mil amores, y pues ellos nos consideran un pelotero más, eso me dicen ellos: ‘usted es un pelotero como nosotros’”.

Para el padre Lorenzo, quien es responsable de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Yucatán, la atención espiritual de los jugadores de béisbol no es un simple pasatiempo, sino una parte importante de su labor pastoral, que pretende llevar también al fútbol y otros deportes.

Alejandro Feregrino

Periodista. Ha trabajado en radio, agencias de noticias y prensa escrita.

Entradas recientes

¿Se puede ser feminista y católica? 4 pensadoras que combinan la fe y la lucha por la igualdad

El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…

16 horas hace

Evangelio y lecturas de la Misa del II Domingo de Adviento 2024

“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…

22 horas hace

La salvación y el Año Jubilar 2025

El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…

23 horas hace

Historia del aborto: de Margaret Sanger al feminismo contemporáneo

Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…

2 días hace

Para servirle

‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…

2 días hace

Exposición en féretro y sin 3 ataúdes: Vaticano aprueba nuevas reglas para los funerales papales

El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…

2 días hace

Esta web usa cookies.