El 14 de septiembre de 2024, el sacerdote mexicano Moisés Lira Serafín, Misionero del Espíritu Santo, será beatificado por el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, en la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe.
El padre Moisés es recordado por su dedicación a la dirección espiritual y la confesión, cualidades en su ministerio por las que era buscado por cientos de fieles, y por las que se santificó. Su conexión con el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, ubicado en la Ciudad de México, es profunda, no sólo por su servicio pastoral, sino porque allí descansan sus restos.
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Su vínculo con el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús se remonta a los años treinta del siglo pasado, más específicamente al periodo 1932-1934, cuando comenzó a servir en este templo como parte de su ministerio. Más tarde, fue nombrado Ecónomo General de los Misioneros del Espíritu Santo, lo que lo llevó a residir durante seis años en la Casa General de la congregación, ubicada en este mismo sitio.
Aun con la gran responsabilidad como Ecónomo, su labor destacaba por la incansable dedicación al Sacramento de la Confesión, con largas filas de fieles esperando recibir su absolución y consejo. Rápidamente alcanzó fama de santidad, dejando una huella imborrable en la comunidad.
Tras su fallecimiento, el padre Moisés Lira fue sepultado en la cripta del templo, junto a otros misioneros del Espíritu Santo. Sin embargo, cuando se inició su proceso de canonización y fue declarado venerable por el Sumo Pontífice, sus restos fueron trasladados al Altar de la Eucaristía, dentro del mismo templo, para que los fieles pudieran venerarlo e implorar su intercesión.
Este acto no sólo honra su memoria, sino que también cumple con la tradición de la Iglesia de permitir que los fieles se acerquen a sus restos, como ocurre con aquéllos que tuvieron una vida llena de virtudes, siguiendo los mandamientos de Jesús y la Iglesia, para pedirles que Dios obre un milagro a través de su intercesión.
Aunque el padre Moisés Lira tuvo otros destinos importantes como Morelia y Puebla, la familia de los Misioneros del Espíritu Santo decidió que sus restos descansaran en este lugar en el que dedicó gran parte de su vida al servicio de Dios y de su pueblo, siendo un ejemplo de santidad y un intercesor para quienes buscan su ayuda en oración.
Dirección: Calle Francisco I. Madero núm. 11, Centro Histórico de la Ciudad de México, Cuauhtémoc, C.P. 06000.
La forma más sencilla y rápida de llegar al Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús en transporte público, es desde la estación San Juan de Letrán de la Línea 8 del Metro de la Ciudad de México. ¡Sigue estos pasos!
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