La Diócesis de Azcapotzalco excomulgó a Alberto Ramírez, quien se ostentaba falsamente como sacerdote.
El Obispo de Azcapotzalco, monseñor Adolfo Miguel Castaño Fonseca, denunció la presencia de un falso sacerdote que durante muchos años ha usurpado la labor de los ministros ordenados, simulando la celebración de los Sagrados Sacramentos en el territorio de su diócesis.
La persona que ha incurrido en esta acción -indicó el Obispo Diocesano- es Alberto Jareth Ramírez Rivero, quien “durante mucho tiempo ha venido haciéndose pasar por sacerdote, perteneciente a la Prelatura Personal del Opus Dei”.
Monseñor Castaño Fonseca detalló, a través de un comunicado emitido por la Diócesis de Azcapotzalco, que a base de astucias, engaños y mentiras, dicha persona logró ganarse incluso la confianza de varios sacerdotes, no sólo de esta diócesis, sino también de otras más.
“No sólo ha osado usurpar las funciones de los ministros ordenados, simulando la celebración de los Sacramentos, especialmente de la Sagrada Eucaristía, sino que esta acción perversa dolosamente fraudulenta, ha sido una conducta reiterada por varios años”, precisó.
El Obispo explicó que Alberto Jareth Ramírez Rivero incurrió en la Pena Canónica prevista en el canon 1378, que establece “que incurre en pena latae sententiae de entredicho quién, sin haber sido promovido al orden sacerdotal, atenta realizar la acción litúrgica del Sacrificio Eucarístico”.
Por lo anterior, detalló monseñor Castaño Fonseca, el individuo denunciado fue sancionado con la excomunión, conforme a lo que establece el propio Código de Derecho Canónico en el canon 1332, por lo que tendrá prohibido recibir, entre otros aspectos, los Sagrados Sacramentos.
“Se prohíbe al excomulgado”, detalla el canon referido, “tener cualquier participación ministerial en la celebración del Sacrificio Eucarístico o en cualesquiera otras ceremonias de culto; celebrar los sacramentos o sacramentales y recibir los sacramentos; y desempeñar oficios, ministerios o cargos eclesiásticos, o realizar actos de régimen”.
Finalmente, el Obispo Castaño Fonseca hizo un llamado a la comunidad en general a “tener mucho cuidado y velar bien por el rebaño del Señor, recordando las palabras del Apóstol Pedro:
‘Pero así como en el pueblo de Israel existieron falsos profetas, también entre ustedes habrá falsos maestros que introducirán disensiones perniciosas y, al renegar del Dueño que los rescató, atraerán sobre sí su inminente destrucción’”, concluyó.
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