Grata sorpresa se llevaron al final de la Misa de Corpus Christi los niños que acudieron a la Catedral Metropolitana este jueves 3 de junio, cuando el Arzobispo de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, y sus Obispos Auxiliares les regalaron juguetes como una forma de reconocerles -tanto a ellos como a sus padres- su esfuerzo por conservar esta pintoresca tradición mexicana.
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Después de que el año pasado la Catedral Metropolitana mantuvo cerradas sus puertas debido a las restricciones sanitarias con motivo de la pandemia, en este 2021 volvió la añeja tradición, que consiste en llevar a la Catedral Metropolitana a los pequeñitos disfrazados como aquellos indígenas de la Colonia que en la Solemnidad de Corpus Christi llegaban al recinto catedralicio vestidos de manta, y llevando frutas y flores en guacales que cargaban sobre sus espaldas.
Tanto las flores como los frutos eran las primicias de sus cosechas, mismas que aportaban a la Iglesia aquellas personas provenientes principalmente de pueblos del Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Cabe señalar que lo que lo que la Iglesia celebra en la Solemnidad de Corpus Christi -anteriormente conocida como Fiesta de Corpus Domini-, es la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento. Y nos remite al pasaje bíblico conocido como la Última Cena del Señor, cuando en el cenáculo de Jerusalén y rodeado de sus apóstoles, Cristo estableció el sacramento de la Eucaristía.
La Misa de Corpus Christi 2021 en la Catedral Metropolitana fue presidida por el Cardenal Carlos Aguiar, y concelebrada por Obispos Auxiliares, Vicarios Episcopales, miembros del Cabildo Metropolitano y el propio Rector de la Catedral Metropolitana, padre Ricardo Valenzuela.
Durante la homilía, el Arzobispo de México explicó que antes de la venida de Jesucristo, la experiencia del hombre con Dios se circunscribía a ritos religiosos a base de ofrendas para agradar a Dios y obtener su ayuda.
Pero lo que Jesús hizo -dijo- fue una ofrenda de su propia existencia, llevada al extremo de morir en la cruz por amor, en virtud de lo cual obtenemos el perdón de nuestros pecados y se nos otorga “el acompañamiento del Espíritu Santo para que podamos seguir su ejemplo y aprendamos a perdonar y amar de la forma en que Dios ama”.
Al término de la Santa Misa, y previo a dar la bendición a la comunidad con el Santísimo Sacramento, el Cardenal Carlos Aguiar Retes elevó la siguiente oración de súplica a Jesús Eucaristía:
Señor Jesús, tú eres nuestra paz; mira nuestra patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad; consuela el dolor de quienes sufren; da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan; toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión.
Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes; a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en ti nuestro pueblo tenga vida digna.
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