Esta madrugada concluyeron las labores de rescate por el colapso del en la iglesia de la Santa Cruz de Ciudad Madero, en la Diócesis de Tampico, México, y de acuerdo con información de las autoridades, fueron diez las personas fallecidas a causa del techo que se desplomó en una la iglesia cuando se celebraba un Bautismo comunitario.
Eran las 14:30 horas del domingo 1 de octubre; había concluido la Santa Misa de las 13:00 horas, y alrededor de unas 80 personas se encontraban participando del rito del Bautismo de ocho pequeño; de pronto, en un segundo, el techo de la iglesia se desplomó.
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El párroco de la Santa Cruz, Ángel Vargas, quien se encontraba celebrado el sacramento, sobrevivió.
De acuerdo con el padre Néstor Xavier López, vocero de la Diócesis de Tampico, el párroco “estaba en la zona del presbiterio y vio prácticamente todo; él nos comenta cómo se le vino la losa encima, incluso a él, y en instantes comenzaron a moverse. Él comenta que la persona que iba detrás de él no alcanzó a salir. Todo es una tragedia”.
Según los cuerpos de rescate, en este momento ya no hay nadie debajo de los escombros, aunque todavía hay cuatro personas reportadas como desaparecidas. Al respecto, el vocero de la diócesis comentó que el párroco Ángel Vargas estuvo participando en las labores de salvamento, y “hasta hace unos minutos se le convenció de que fuera a descansar”.
“Los datos que tenemos hasta el momento son que diez personas perdieron lamentablemente la vida y 60 personas lesionadas. Y, en la madrugada nos comentaban de cuatro personas desaparecidas. También en la madrugada se confirmó que debajo de las losas ya no había personas con vida. Llegó incluso personal capacitado de la Ciudad de México, los llamados ‘Topos’. Los binomios recorrieron toda la zona y confirmaron que ya no hay personas con vida dentro de los escombros”.
El sacerdote Néstor Xavier López destacó la solidaridad y generosidad del pueblo tampiqueño, que se volcó hacia la parroquia no sólo para ayudar en las labores de salvamento, sino para dar agua y comida a los cuerpos de rescate.
Añadió que, al no haber personas debajo de los escombros, comenzarán a utilizar maquinaria pesada para remover los escombros.
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Explica el padre Néstor Xavier López:
“Nosotros creemos en Jesús y en la resurrección. Me tocó estar ahí cuando sacamos los primeros cuerpos de niños y adultos, y cambia totalmente la realidad. Porque eran personas que iban con mucha alegría a celebrar el verdadero nacimiento. Y la fe nos dice que hoy gozan plenamente de esa presencia de Dios”,
Y continuó:
“El padre Ángel, que es sobreviviente, nos decía ayer que los que se quedaron aquí, pues se encuentran en ese valle de lágrimas, y nos toca consolarnos entre nosotros, y ver el rostro misericordioso de las personas que salen a nuestro encuentro. Eso nos da la certeza de que en estos momentos Dios no se calla; al contrario, la fe nos ayuda a ver que, a estas personas, que dolorosamente hoy les lloramos, están gozando realmente de la vida eterna”.
El padre Néstor Xavier López asegura que posiblemente los tres niños que fallecieron eran de los que estaban recibiendo el sacramento en ese momento en que el techo de la iglesia se desplomó:
“Se despidieron de este mundo con las palabras benditas del rito del Bautismo. Dice el P. Ángel que alcanzó a ungir a los niños del Bautismo antes de la tragedia. Y la fe nos mueve a pensar que ellos, como hijos de Dios, gozan ya su presencia divina”.
El padre López afirma que, para el obispo José Armando Álvarez, así como para toda la Iglesia en Tampico, fue muy consolador la solidaridad de toda la Iglesia en México, y también del extranjero, “porque esta es una tragedia internacional”.
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