El Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, afirmó que “la Iglesia debe ser promotora de una ecología integral” y haciendo referencia a palabras de San Agustín, dijo que “debemos ser responsables de la creación”, y poner “especial empeño en frenar los actuales procesos de degradación de la tierra pues aún estamos a tiempo”.
El Cardenal Carlos Aguiar Retes participó en el Coloquio sobre el Sínodo de la Amazonia, que tuvo lugar en la Universidad Lumen Gentium, en Tlalpan, en el que también participaron varios especialistas.
El Arzobispo puso de ejemplo que “el 50 por ciento de los océanos se ven inundados por desechos plásticos que los contamina, y estos desechos –dijo- se van al fondo del mar lo que contribuye a la desaparición de especies marinas que incluso, es posible que ni conozcamos”, y habló de la urgencia de mantener limpios nuestros mares ya que son cuatro veces más potenciales de producir alimentos que la propia tierra.
El Cardenal Aguiar participó en el 2019 en el Sínodo de la Amazonia al que convocó el Papa Francisco en Roma, y que territorialmente involucra a nueve países, y dio una larga explicación acerca de la metodología e importancia colegial de los sínodos. Luego afirmó: “la relación de deterioro de la naturaleza afecta particularmente a la pobreza social”, dando entender que son los más pobres quienes padecen este tipo de problemas.
La relación entre la naturaleza y el ser creado es un binomio inseparable, “porque la creación es nuestra casa común y nosotros somos las creaturas. El hombre es el responsable de la fractura actual de los ecosistemas y por eso, es urgente la necesidad de promover una ecología integral, es decir, de una conversión ecológica, porque el hombre ha perdido la sensibilidad y la falta de respeto a los ecosistemas. Por ello, se debe generar un nuevo estilo de vida que establezca la relación divina entre lo creado y el hombre”.
El Cardenal Aguiar también dijo que en la Amazonia se produce un alto porcentaje mundial del agua dulce oxigenada por estas selvas, lo que acentúa más aún si importancia mundial.
Al referirse a estructuras eclesiales, señaló que este Sínodo permitió reunirse por vez primera a 7 conferencias episcopales de la zona, en donde hay 300 pueblos nativos con sus respectivas lenguas, lo que dificulta su evangelización.
Otro de los ponentes en este Coloquio fue el padre Raúl Nava Trujillo, de los Misioneros de Guadalupe y quien trabajó en la Amazonia, y habló de temas concretos a los que se enfrenta la Iglesia en medio de esas selvas, en su acompañamiento con la feligresía, y habló de su experiencia en la atención de 41 pueblos distribuidos a lo largo de 300 kilómetros, a los que podía visitar tres veces por año.
Subrayó que las selvas y afluentes de la Amazonía se ven permanentemente amenazados por las empresas madereras, las hidroeléctricas, las empresas pesqueras cuyos principales intereses son comerciales, las mineras que contaminan con las aguas con mercurio, causando daños irreparables a los ecosistemas.
Finalmente, el Dr. Jorge Traslosheros, de la UNAM, habló de la importancia de los sínodos en el transcurso de la historia.
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