Las iglesias de la Arquidiócesis de México ya se preparan para el regreso gradual de los fieles a la celebraciones litúrgicas, casi cuatro meses después del inicio de la emergencia sanitaria para contener la pandemia del coronavirus COVID-19.
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Para hacer esto posible, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó sus Orientaciones litúrgicas para reanudar el culto religioso en tiempo de pandemia, que cada obispo está adecuando a las necesidades particulares de su diócesis.
En respuesta a este documento, la Arquidiócesis Primada elaboró sus Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles, a fin de mantener cuidados sobre la salud de los fieles, evitar contagios y no poner en riesgo a los sectores vulnerables de la población, especialmente durante la celebración del Sacramento de la Eucaristía.
Por ejemplo, el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, ha dispuesto que, mientras continúe la pandemia, se mantendrá la dispensa de la Misa dominical. El aforo será limitado para respetar la sana distancia.
Asimismo, con el fin de evitar aglomeraciones, se autoriza a los sacerdotes celebrar más de tres Misas al día, que deberán durar como máximo 45 minutos, pero sin sacrificar el decoro de la celebración.
Además, las celebraciones pueden contar con servicio de organista o coro, siempre y cuando se cumpla con las medidas sanitarias correspondientes.
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Antes de iniciar, se tomará la temperatura de los fieles y deberán lavar sus manos con gel antibacterial. Otras de las medidas sanitarias de observancia obligatoria para los templos son la supresión de hojas dominicales y realizar la colecta al término de la Misa, para reducir al máximo el riesgo de contagio.
Asimismo, se omitirá el saludo de la paz. El sacerdote y los ministros deberán utilizar cubrebocas y desinfectar sus manos antes y después de dar la comunión. Los fieles, por su parte, deben guardar metro y medio de distancia al hacer la fila para recibir la Eucaristía, y todos, sin excepción, deberán recibirla en la mano.
La Arquidiócesis hizo un llamado especial a los grupos vulnerables -enfermos, mujeres embarazadas, adultos mayores- a mantenerse en sus casas. En atención a ellos, ha exhortado a los sacerdotes que actualmente transmiten sus celebraciones por medios digitales.
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