Misa por el 125 aniversario de la Coronación de la Virgen de Guadalupe. Foto: Basílica de Guadalupe
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, pidió la intercesión de la Virgen María, “para que nos ayude a salir mejores personas de esta pandemia”, dijo durante la Misa de las Rosas 2020, en que se celebraron los 125 años de la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe.
Monseñor Aguiar presidió la tradicional Misa en que se recuerda el momento histórico en que san Juan Diego se presenta ante el primer obispo de México, fray Juan de Zumárraga a petición de la Virgen.
El Arzobispo Primado de México le entrega al Rector de la Basílica de Guadalupe un ramo de rosas, en memoria a las rosas que San Juan Diego le presentó al primer obispo durante el acontecimiento guadalupano. Foto: Basílica de Guadalupe
“Pidamos a María (…) que nos acompañe en este proceso que ella vivió con tanta intensidad”.
El Cardenal Carlos Aguiar bendice las rosas. Foto: Basílica de Guadalupe
El Cardenal Aguiar llamó a los fieles a aprovechar la prolongación por un año más de la concesión de la Indulgencia Plenaria para quienes visiten la Basílica de Guadalupe.
“Aprovechemos la prolongación de un año más para seguir obteniendo, por concesión del Papa Francisco, la Indulgencia Plenaria en favor de nuestros difuntos, quienes seguramente lo agradecerán cuando lleguemos a la Casa de Dios, Nuestro Padre”.
Asimismo, el Arzobispo Primado de México elevó una oración para que Santa María de Guadalupe nos ayude a todos a salir mejores de esta pandemia:
“Señora y Madre nuestra, María de Guadalupe, consuelo de los afligidos, abraza a ayúdanos a expresar nuestra solidaridad de forma creativa para hacer frente a las consecuencias de esta pandemia mundial, haznos valientes para acometer los cambios que se necesitan en busca del bien común”.
“Acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio, y la constancia en la oración. Nos encomendamos a Ti, que siempre has acompañado nuestro camino como signo de salvación y de esperanza”.
Posteriormente, el Cardenal Aguiar invistió al padre Efraín Hernández, párroco de Santa María de Guadalupe Capuchinas, como Canónigo de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.
El Cardenal Aguiar nombró Canónigo de la Basílica de Guadalupe al padre Efraín Hernández.
“Que el Señor, padre Efraín, te consiga cumplir con este oficio y consigas así los dones eternos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, dijo el Cardenal.
Al terminar la Ceremonia, el Arzobispo Aguiar entregó a sus obispos auxiliares, a los canónigos de la Basílica y a los sacerdotes participantes en la celebración un ramo de las Rosas que fueron bendecidas.
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