Tres fallecidos por un nuevo ataque terrorista a una iglesia en Francia

Este jueves, un hombre ingresó a la Basílica de Notre Dame en el centro de Niza, en Francia, y asesinó al sacristán y a dos fieles que se encontraban ahí, en un nuevo ataque terrorista en ese país.

De acuerdo con Vatican News, al grito de “Alá Akbar”, el agresor decapitó a una mujer, degolló al sacristán e hirió gravemente a otra feligresa, que logró huir y refugiarse en un bar cercano, antes de fallecer.

En sus primeras declaraciones, el alcalde de Niza, Cristian Estrosi, habló abiertamente de un ataque terrorista y ordenó cerrar y vigilar las iglesias de la ciudad.

Antes de ser sometido, el atacante siguió gritando “Alá es grande”.

El Papa Francisco fue informado del atentado y manifestó su cercanía con los familiares de las víctimas del ataque terrorista.

“Es un momento de dolor, en un tiempo de confusión. El terrorismo y la violencia no pueden ser aceptados jamás“, dijo el Vaticano a través del director de la Oficina de Prensa, Mateo Bruni.

“El Papa –continuó- está cerca de la comunidad católica en luto. Reza por las víctimas y por sus seres queridos, para que cese la violencia, para que se volvamos a mirarnos como hermanos y hermanas y no como enemigos, para que el querido pueblo francés pueda reaccionar unido al mal con el bien”.

Luto y muestras de afecto para los fallecidos

El presidente de la conferencia episcopal francesa, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, envió sus condolencias a la Iglesia de Niza.

“Una vez más -escribe- mi oración muy especial por el pueblo diocesano de Niza y por el obispo Marceau para que sepan sostenerse en esta prueba y apoyar a los que son probados en su carne”.

“El domingo, para la Fiesta de Todos los Santos, escucharemos al Señor: ‘Bienaventurados  los pacificadores, serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados ustedes que son perseguidos por mi causa. Porque grande es su recompensa en el cielo’.

Además, en señal de luto, los Obispos Franceses hicieron sonar las campanas de todas las iglesias a las 3 de la tarde, tiempo local.

Por la noche, fieles católicos se reunieron al pie de la Basílica de Notre-Dame para orar por las víctimas. Muchos de ellos encendieron veladoras en su memoria.

Además, un grupo de jóvenes cantó la Marsellesa -el himno francés- en honor a los fallecidos.

Con información de Vatican News.

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