El Adviento es el tiempo de preparación para la Navidad
En este Adviento alabemos a Dios por la belleza de la Creación y agradezcámosle su infinito amor y generosidad. Para tal propósito, podemos utilizar las 7 oraciones -una para cada día de la semana- que el Vaticano compartió con la comunidad mundial en 2020 a fin de ayudarla a conectar de manera más profunda con la Encíclica Laudato Si’ en este tiempo litúrgico.
Leer: Resumen de Laudato Si’, la Encíclica del Papa Francisco sobre ecología
Infografía sobre Laudato si’.
A continuación, te presentamos cada una de las oraciones:
Señor de la Creación, en este tiempo de Adviento
rezamos por todas nuestras comunidades,
y especialmente por nuestros líderes,
para que podamos escuchar el Clamor de la Tierra
y apoyar la energía limpia,
garantizar aire y agua limpios para todos,
y redescubrir nuestra vocación original
como co-creadores de un planeta sano.
Amante de los pobres, en este tiempo de Adviento
rezamos por todas las familias
para que sean el lugar en que la vida
-don de Dios- pueda ser acogida y protegida.
Que trabajemos hacia la plenitud
de la vida para todos,
especialmente para aquellos
que se han empobrecido
por negligencia o indiferencia.
Dios Providente, en este tiempo de Adviento
ayúdanos a reunir
los diferentes campos del conocimiento,
incluida la economía,
al servicio de una visión más integradora.
Y a crear un nuevo paradigma económico
que promueva “nuevos modelos de desarrollo integral”.
Leer: Oración del Papa Francisco para el Adviento
Señor, en este tiempo de Adviento
te pedimos por nuestras instituciones,
en especial por nuestros hospitales y centros de salud,
para que puedan crecer en la capacidad de atención.
Que entendamos y valoremos
la manera en que gestos simples
y estilos de vida sencillos
hacen posible que otros simplemente vivan.
Dios del conocimiento y la virtud, en este tiempo de Adviento
ayúdanos a crecer en solidaridad,
responsabilidad y cuidado compasivo.
Que nuestras instituciones educativas
ayuden a restaurar la armonía dentro de nosotros,
con los demás, con la naturaleza,
con otros seres vivos y contigo.
Dios Trino, en este tiempo de Adviento
ayúdanos a desarrollar
una espiritualidad de solidaridad global,
que fluya del misterio de quién eres:
una comunidad interconectada de amor.
Que esta espiritualidad
nos motive a un interés más apasionado
por la protección de nuestro mundo.
Dios de la comunión, en este tiempo de Adviento
permítenos convertirnos
en comunidades de acción participativa y de incidencia,
para la Tierra y los pobres.
Que formemos redes de diálogo abierto y respetuoso,
y utilicemos todas las vías de comunicación de que disponemos
para el bien de todos”.
Con información de Vatican News.
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