Las Misioneras de la Caridad son una congregación establecida en 1950 en la India por santa Teresa de Calcuta con el fin de acompañar a los más necesitados de bienes materiales y de oración en su camino de santificación y salvación.
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Actualmente esta congregación -que recibió la aprobación pontificia en 1965 y tiene presencia en 133 países- dedica sus esfuerzos a ayudar a refugiados, personas que estuvieron en situación de prostitución, personas con discapacidad mental, niños abandonados, enfermos de lepra, adultos mayores y convalecientes.
Así, con ese corazón lleno de amor y caridad, en los siguientes videos puedes ver a un grupo de misioneras de la congregación interpretar dos cantos a la Virgen María desde la tumba de Santa Teresa de Calcuta (en la India): “Salve Regina” y “A Nuestra Señora de Fátima”.
Estos cantos fueron originalmente grabados en 2020 como parte del Rezo del Santo Rosario desde la tumba de la santa.
Salve Regina es una oración muy antigua y muy sencilla, que se ha extendido por todo el mundo. Dice lo siguiente:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A ti clamamos los desterrados, hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Oh, ven al Trono de Gracia,
oh, ven al Corazón más puro,
a María, nuestra esperanza de vida,
en quien la salvación es segura.
Oh, Señora de Fátima, ¡salve!
Inmaculada Madre de Gracia,
oh, ruega por nosotros, ayúdanos hoy,
tú, esperanza de la raza humana.
Corazón inmaculado, nos arrodillamos,
para consagrarlo todo a ti,
el presente, su dolor y alegría,
el futuro, todo lo que pueda ser.
Oh, Señora de Fátima, ¡salve!
Inmaculada Madre de Gracia,
oh, ruega por nosotros, ayúdanos hoy,
tú, esperanza de la raza humana.
El Rosario blanco y dorado,
tomamos de tu mano virginal,
promesa del poder de Dios
para sanar y fortalecer nuestra tierra.
Oh, Señora de Fátima, ¡salve!
Inmaculada Madre de Gracia,
oh, ruega por nosotros, ayúdanos hoy,
tú, esperanza de la raza humana.
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