Conoce cómo vivió Tinieblas el especial encuentro con la Virgen de Guadalupe y el olor a rosas que pudo percibir
Con más de 45 años como luchador profesional y poco más de 9 mil 600 peleas a nivel nacional e internacional, solo la Virgen de Guadalupe pudo ver directamente y sin su característica máscara al legendario luchador Tinieblas.
El encuentro del fisiculturista mexicano de 84 años y de 1.90 metros con la Morenita del Tepeyac fue tan impactante que al recordarlo de inmediato se le hace un nudo en la garganta y se le dificulta hablar por varios segundos.
Su oscura máscara no nos permite ver su rostro, pero de acuerdo con su reacción, es muy probable que por de sus ojos hayan surgido algunas lágrimas que recorrieron sus mejillas mientras intentaba controlar esas gratas emociones que le llenan de una gran felicidad que le llevan a un llanto sincero.
En entrevista con Desde la fe, Tinieblas recuerda perfectamente que el 10 de junio de 2017, gracias a una invitación que le extendieron, no solo visitó la Basílica de Guadalupe, sino que tuvo el honor de ingresar al camerín que se encuentra detrás del altar del Templo Mariano y estar por algunos minutos y a solas con Ella.
“Un amigo de Monterrey que llevaba una muy buena amistad con el Arzobispo Norberto Rivera me invitó a ir a la Villa. Éramos como 20 personas. Entramos a la Basílica y pasamos hacia el camerín y nos dieron una explicación referente a la Virgen. Por turnos nos llevaron hacia donde está la Tilma. Yo iba bien emocionado”, indicó.
¿Qué sintió en ese momento? – se le preguntó al férreo luchador. Durante 20 largos segundos el silencio se apoderó de la sala de su casa llena de trofeos, reconocimientos, fotografías y figuras alusivas a este guerrero del ring.
Una vez que logró controlar sus emociones Tinieblas continuó con su relato:
Yo iba con mi máscara en la bolsa del saco y me decía ‘entrando me la pongo’. Al estar frente a la Virgen la saqué y no sabía qué hacer… Total que al ver que podía tocar el cristal que protege a la Virgen tomé mi máscara y que se la pongo. En ese momento le agradecí y le pedí tantas cosas. Ese encuentro arraigó más mi fe con la Virgen de Guadalupe”.
¿Qué le agradeció a la Virgen de Guadalupe? – se le inquirió.
“Todo, la vida y la conversión. Que siempre que esté conmigo. Me siento muy alagado y más por ser mexicano y por tener a la Virgen de Guadalupe aquí en México”.
Tinieblas aún mantenía la emoción por el encuentro que tuvo con la Morenita del Tepeyac, cuando se sumó una nueva y grata sensación en su entorno. El luchador recordó que cuando iba caminando por el Atrio de las Américas para dirigirse al estacionamiento ubicado en la Plaza Mariana, de repente el ambiente se llenó de un dulce y agradable a rosas.
Indicó que una pareja que iba detrás de él y había viajado de Monterrey, Nuevo León, para hacer esa visita, le habló y le preguntó si percibía el olor que había. “Olía mucho a rosas, pero no había nadie. Eran las 12 de la noche. Y me dijeron ‘la Virgen está con nosotros’”.
“Lo he platicado muchas veces cuando hay oportunidad de platicarlo, porque es una manifestación de fe y es un testimonio muy hermoso que nunca creí sentir y oler ese aroma, y ese día me fui impresionado. Fue una bendición de la Virgen. Siento que fue un llamado de parte de ella y mi conversión fue al 100%”, subrayó.
Sin dudar ni un segundo, Tinieblas reconoce que el puntal de su formación católica ha sido su esposa Estela Ortiz, con quien recientemente cumplió 48 años de matrimonio, quien procedía de una familia de Michoacán muy creyente.
Indicó que por impulso de su compañera de vida empezaron a ir a su parroquia a encuentros y retiros matrimoniales los domingos, que representaron sus primeros acercamientos formales con la fe y la religión católica; posteriormente, cada año empezaron a viajar a Monterrey, Nuevo León, incluso con sus cuatro hijos, a encuentros matrimoniales nacionales.
“Algo mucho muy importante es la educación familiar y las raíces de una familia. La familia de mi esposa era muy católica, muy creyente, y eso fue algo muy especial. Yo no tenía las creencias tan profundas como ellos, y fue un factor muy importante el haber encontrado a una mujer con tantas cualidades y una fe católica arraigada”, reconoció.
Con el paso del tiempo, indicó Tinieblas, se fue adentrando en la religión y ello le llevó a empezar a estudiar por su parte la Biblia, pues consideraba que para profesar la fe es fundamental que conozcas todos lo relacionado con ella y la mejor manera de hacerlo es por medio de las Sagradas Escrituras.
“Para tener la fe completamente bien arraigada se necesita prepararse y estudiar, porque no nada más es decir soy católico pero no sabes el contenido de lo que es el catolicismo, de lo que es la fe. Todo es una preparación para que entiendas y sepas qué es lo que estás haciendo. Para mí fue muy importante irme preparando cada día más”, subrayó el luchador.
Durante la charla con Desde la fe, reconoció que su llegada a la lucha libre se dio de manera fortuita y casual, ya que su sueño real era ser actor e incluso llegó a incursionar en diversas películas, siendo la primera de ellas “La era de piedra”, al lado de los cómicos Viruta y Capulina.
Pese a tener diversas oportunidades para realizar su carrera artística, se decidió por la lucha libre, por lo que el 20 de agosto de 1971 hacía su debut en el pancracio mexicano el luchador Tinieblas, participando en una función que se llevó a cabo en la Arena Coliseo.
Con el paso del tiempo, su sueño de ser actor se cumplió, pero ya con su faceta como luchador, por lo que desarrollar su trayectoria en el cine mexicano y el crecimiento que tuvo como un luchador estrella también empezaron a abrir las puertas a las tentaciones, las cuales pudo contrarrestar gracias a su fe, la fortaleza de su matrimonio y respeto a su familia.
“Siento que todo esto ha servido dentro de toda mi carrera, porque las tentaciones son infinitas, y más para uno como ídolo, con buen físico, fama, por lo que uno está lleno de tentaciones, por lo que para mí la formación dentro de lo que hice y de la fe me ha ayudado muchísimo y actualmente ha sido tan fuerte mi entrega a mi fe y a mi Dios”, puntualizó el reconocido luchador mexicano.
Para Tinieblas algo fundamental en su vida es rezar todos los días el Rosario, porque, “bendito Dios”, le ha ido muy bien, y si bien en un principio incluso se reusaba a rezarlo cuando su esposa se lo solicitaba, ahora al hacerlo no solo se siente muy bien, sino que cuando no lo reza como que le hace falta algo, “es como si no comiera ese día”.
Cuando uno tiene la fe muy arraigada, aseveró el luchador mexicano retirado y que se encuentra en su gira de despedida, y sabe en realidad que es algo muy importante la puedes manifestar abiertamente con las personas.
“Siempre, todos los días, rezo el Rosario, Créanlo es mágico, es algo que te llega al alma, es algo que te llega al corazón, te hace mejor ser humano. ¡Háganlo! La fe es lo mejor que puede haber en esta vida, te pase lo que te pase, si tienes fe todo se va a solucionar. Yo invito a las personas a rezar el Rosario”, concluyó Tinieblas.
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