“San Martín Caballero está al pendiente de todos”

Desde que estaba en el vientre de mi madre yo ya venía al negocio”, dice Rómulo Fuentes esbozando una sonrisa. Hace más de 40 años sus padres fundaron “Carnitas Chela” en el concurrido Mercado 44 del Centro de Xochimilco, y él y sus hermanos han continuado la tradición.

Sus padres no sólo heredaron a sus hijos ese tradicional puesto de comida, también el amor al trabajo y una profunda devoción cristiana.

“Mis padres, desde muy pequeños nos fueron involucrando y nos enamoraron del negocio. Gracias a ellos nos gusta el comercio, pero también el estudio, por eso mis hermanos y yo tenemos carrera”.

“A mis padres también les agradezco que me hayan inculcado la fe católica, al 100%. Amo a Dios nuestro Señor sobre todas las cosas, ellos me dieron la fe como base, pero yo la tomé como mía”, expresó el locatario de Xochimilco.

Todos los días, antes de iniciar su jornada, Rómulo se encomienda a Dios y a san Martín Caballero, patrono de los comerciantes, para que el negocio vaya bien.

“En verdad soy muy católico, he sentido la presencia de Dios en mi vida”, reafirma Rómulo, quien desde siempre tiene pegadas en la pared de la taquería diversas imágenes religiosas, advocaciones de Jesús y la Virgen y de algunos santos. Aunque es un fiel devoto de san Martín Caballero, su imagen no está en esa pared.

“Todas las imágenes me las han dado o yo las he traído de mis peregrinaciones, porque yo soy peregrino del Señor de Chalma. Pero la mayoría son regalos que he recibido. Al mismo tiempo, mucha gente viene al negocio, y si me preguntan por alguna imagen, yo se las obsequio”.

“Cuando inicia un negocio siempre san Martín está al pendiente. Nosotros y los comerciantes en general le tenemos mucha fe porque es nuestro intercesor, es nuestro patrono. Yo tenía mi san Martín, pero hace poco vino una persona y se la regalé. Es muy bonito hacer extensiva nuestra fe hacia los demás”.

Cada día se encomiendan a San Martín Caballero

Todos los días, al llegar a su trabajo Herlinda Campos Caudillo se persigna, agradece a Dios por un día más de vida y se encomienda a san Martín Caballero para que al negocio le vaya bien.

“Soy cocinera de toda la vida. Siempre he trabajado en la cocina, en comedores industriales, en escuelas (…) Mi mamá era de Silao, Guanajuato, y era muy, muy católica. Normalmente cuando los hijos crecen deciden si continúan o no por el camino de la fe, y yo decidí seguir su ejemplo”, afirma la devota del santo.

Herlinda trabaja en la fuente de sodas “La Favorita”, un negocio ubicado en una pequeña plaza comercial al sur de la Ciudad de México.

En una repisa junto a la entrada, ella y sus compañeras tienen un pequeño altar dedicado a la Virgen de Guadalupe y a san Martín. Como ellas, casi todos los locatarios de la plaza tienen una imagen de este santo en sus locales.

“Es nuestro patrono, él nos ayuda a levantarnos y en él encontramos fortaleza todos los días”.