Historias de Fe

“Milagros” es el segundo nombre de Paola Espinosa, ¿sabes por qué?

Hay mujeres exitosas que gustan compartir su fe y su gratitud a Dios, al tiempo que ejercen el deporte de manera profesional. Tal es el caso de Paola Espinosa, la clavadista mexicana que, junto con Melany Hernández, estará presente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras haber ganado la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Natación Gwangjy 2019.

Paola Espinosa siempre agradece sus triunfos a Dios, pero además, es abierta, cordial y sencilla en todo momento. Durante las entrevistas de prensa se da a querer y, gracias a sus virtudes y jovialidad, siempre gana la simpatía de los públicos y el respeto de sus adversarios.

En materia de fe, sus palabras, por lo general, están acompañadas de acciones, y así la hemos visto en la Basílica de Guadalupe, en la Catedral de México o en otros templos tan importantes como la Basílica de San Pedro, en El Vaticano.

“La fe es muy importante, no sólo para alcanzar mis metas deportivas, sino también las personales. Yo creo en esa frase que dice que la fe mueve montañas, y a mí, en lo personal, el estar cerca de Dios, el ser coherente con mi fe y mis creencias, me han ayudado a vencer muchos obstáculos. Gracias a Dios, en todos los lugares donde he participado me ha ido muy bien. Ya soy medallista olímpica, mundial, panamericana, centroamericana (…) La fe en Dios me ayuda de muchas formas, desde que me despierto hasta que me duermo; lo siento siempre conmigo, en todo lo que hago, y su presencia ha sido muy importante en mi vida, incluso desde antes de mi nacimiento”, dijo al semanario Desde la fe en el año 2011.

Cabe señalar que Paola Espinosa lleva por segundo nombre “Milagros”, pues hace referencia a su vida misma, ya que fue gracias a la oración de su abuela materna que Paola logró su primer triunfo al nacer. Y es que su madre, la Sra. Josefina Sánchez, tenía en el vientre un tumor que ponía en riesgo la vida de la pequeña.

La Sra. Irma Dávila, la abuela, recuerda que en medio de la angustia por la posible pérdida de su nieta, Dios fue el único refugio de la familia, sobre todo cuando los médicos le deban pocas esperanzas de vida a la actual medallista olímpica: “Durante el embarazo, yo solía visitar al Santísimo Sacramento y le pedía a Dios por la salud de mi hija Josefina y de la bebé”.

Te puede interesar: 5 reflexiones del Papa Francisco sobre el deporte

Atleta con fe

En el 2010, luego de que el Presidente Felipe Calderón la recibió en el Palacio Nacional, la joven deportista fue a la Catedral de México donde participó de la Santa Misa, y posteriormente fue recibida en la sacristía por el cardenal Norberto Rivera Carrera. Paola Espinosa le regaló al Arzobispo de México uno de sus uniformes autografiado, y habló con él del amor que le tiene a su familia, pues incluso, a través de un teléfono celular puso en contacto a sus padres con el Sr. Cardenal.

Hasta entonces, Paola Espinosa había estado en El Vaticano en dos ocasiones. Una de ellas fue después de haber obtenido la Medalla de Oro en el Campeonato Mundial de Clavados, en Roma.

“Fue la segunda vez que fui al Vaticano. Ya había ido anteriormente, cuando asistí a otra competencia, antes del mundial. También mi abuelita había ido, y ella me platicaba de la paz que se respira en un recinto tan sagrado como éste, y que impresiona a cualquiera por la cultura que contiene, por sus imágenes, su historia y la fe de la gente que asiste. Ese día tuvimos la oportunidad de subir hasta la cúpula, de admirar sus pinturas, sus esculturas y de escuchar Misa, e incluso pude comulgar. Realmente me dio mucho gusto visitar El Vaticano, dar gracias ahí a Dios por los logros obtenidos en ese mundial, porque fui después de haber obtenido la medalla, en los días que tuve libre, antes de regresar. (…) En El Vaticano viví momentos muy bonitos que guardaré en mi memoria por siempre, porque ese viaje a Roma, además marcó mi trayectoria. Siempre lo guardaré en mi corazón”, señaló también en aquella ocasión.

Le preguntamos qué necesitan los jóvenes para triunfar: “Todos somos capaces de alcanzar lo que nos propongamos. Véanme a mí, yo he logrado muchas cosas que cualquiera podría conseguir. Es cuestión de soñar, de trabajar, de aferrarte a lo que quieras y no descansar hasta alcanzar tus objetivos. Para alcanzar un momento de victoria siempre hay muchas piedritas en el camino que debes de ir superando, barreras que debes sortear para crecer. La vida es un continuo aprendizaje, así que eso debemos aprovecharlo día con día. Los jóvenes no sólo podemos triunfar en el deporte, también en la vida y creo que ese terreno es el más importante, el buscar siempre ser felices, esa debe ser siempre nuestra meta y objetivo. Obviamente debes ser disciplinado, trabajar por lo que quieres y no quedarte cruzado de manos porque las cosas solas no te llegan, es cuestión de buscarlas y no desistir hasta conseguirlas”, añadió.

Te puede interesar: Este joven desafió a dos ruedas su discapacidad, en Abu Dabi

Carlos Villa Roiz

Periodista decano en la fuente religiosa.

Entradas recientes

El valor de la esperanza y la paciencia

Hacemos un nuevo llamado a nuestros políticos a trabajar en unidad, a tomar las decisiones…

2 días hace

Tensiones en el ejército

Tensiones en el ejército. Diálogo con altos mandos tiene la garantía de una pluma inteligente

2 días hace

México tiene nuevo beato: Moisés Lira Serafín, ¡ruega por nosotros!

El cardenal Semeraro propuso al beato Moisés Lira Serafín como un ejemplo para quienes han…

2 días hace

El trabajo y descanso

Debería atreverme a realizar una sesuda investigación para demostrar que luego de crear el cielo,…

2 días hace

Talbot: el violín robado

El santo patrono de los alcohólicos rehabilitados enseñó que el verdadero cambio es un acto…

4 días hace

¿Cómo hacer que tus hijos se porten bien en Misa? Los 8 consejos de un sacerdote

El padre Antúnez, director de Pastoral Infantil de la Arquidiócesis de México, da estos consejos…

4 días hace

Esta web usa cookies.