El actor y productor de cine estadounidense, Mark Wahlberg, es una de las caras más conocidas del cine internacional, pero también es un ferviente católico que nunca ha escondido su fe; ahora, ha decidido dar un paso más y llevar a Dios a las pantallas de todo el mundo.
Wahlberg se encuentra actualmente promocionando su última película titulada “El Milagro del padre Stu”, que produce y protagoniza junto a Mel Gibson, y que cuenta la fascinante historia -verídica- de la conversión de un boxeador al catolicismo, quien más tarde se volvería sacerdote.
La cinta ya está en cartelera en Estados Unidos y en México se estrenará el 19 de mayo.
En entrevista con Aleteia, Mark Wahlberg explicó que, para producir e interpretar al padre Stu, pidió la intercesión del Señor y del padre Stu, “especialmente para hacer la película y hacerlo bien, hacerle justicia y llevar a la gente a la fe que él profesaba”.
Pero también se dio cuenta de que esta película sería solo el primer paso de un nuevo desafío en su carrera: “poner más de mi parte para acercar a las personas a Dios y acercar a las personas entre sí. Para promover el amor, la inclusión, la aceptación y el apoyo y alentar a las personas a tener esperanza y fe”.
“Me planteo todos los días: ‘OK, ¿qué vas a hacer después de que termine la película? Ahora tienes que seguir andando por ese camino’.
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“Entonces, esto me encanta porque es mucho más gratificante. Sabes que a veces puede ser un desafío… está bien tomarse un día libre, está bien agachar la cabeza y decir: ‘Necesito un descanso’ y luego volver, con suerte, más fuerte. Pero solo para hacer más, involucrarse más, ser más proactivo.
Entrevistado para el portal de The National Catholic Register, Wahlberg aseguró que ha decidido aplicar a su profesión lo que todos los católicos deben hacer en la parroquia: dejar de ser meros espectadores y pasar a la acción.
“Siempre supe que llegaría el momento en el que tendría que concentrarme mucho más en hacer el trabajo de Dios y concentrarme menos en construir mi carrera como actor y productor, o en mis esfuerzos empresariales”.
“Es lo mismo que en la Iglesia, involucrarse más y ser un participante, en lugar de ser solo espectador”.
El padre Stuart Long -conocido popularmente como Padre Stu- tuvo una vida increíble. En su juventud intentó ser boxeador, después actor y, finalmente sintió el llamado de Dios.
Stu se definía a sí mismo como “anticristiano”; se convirtió, se bautizó y, tiempo después, comenzó su formación para convertirse en sacerdote de la Diócesis de Helena, en Oregon.
Su radical conversión llegó de la mano de una enfermedad rara llamada miositis.
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