En mayo pasado, a sus 19 de edad, llevando consigo una imagen de la Virgen de Guadalupe y encomendado a Ella, el mexicano Juan Diego Martínez puso pie en la cumbre del Everest, el monte más alto del mundo. Inmediatamente después de esta hazaña, se propuso lograr una segunda, por ello 27 horas más tarde logró llegar a la cima de Lhotse, la cuarta montaña más alta del planeta.
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Así, con esta doble hazaña, el joven estudiante de la Universidad Autónoma de Guadalajara pasó a la historia del alpinismo al batir varias marcas:
Tras ascender 8 mil 848 metros, Juan Diego Martínez pisó la cima del Everest a sus 19 de edad, mostrándose como un valiente joven que logró lo que para muchos alpinistas simplemente es un sueño imposible: poner pie en este lugar solitario, donde la temperatura puede llegar a descender hasta los 60 grados bajo cero y donde se registran vientos traicioneros.
Además, en la cumbre del Everest hay glaciares con grietas ocultas por la nieve, y el oxígeno es escaso, sin contar con que es un lugar completamente inhóspito, donde no hay vida ni refugio o ayuda humana de la que se pueda disponer en caso de un accidente.
Apenas pisó la cumbre del Everest, Juan Diego Martínez quiso tomarse unas fotos rápidamente, y en seguida se dispuso a tocar una pieza para piano, “Rhythm Machine”, de Lynn Freeman Olson, misma que ejecutó en un teclado eléctrico que fue llevado a dicha cima por su equipo de logística.
En este sentido, el joven nacido en Jalisco ha manifestado su infinito agradecimiento a quienes llevaron ese teclado de 20 kilos, mismo que resulta sumamente difícil de cargar a más de 8 mil metros de altura.
El que Juan Diego lograra tocar este teclado electrónico en la cima del Everest, fue gracias también a que el clima era estupendo. Eligió tocar la pieza “Rhythm Machine” debido a que es corta; dura aproximadamente un minuto y medio, un tiempo justo para no exponer sus dedos al congelamiento.
Luego de tocar “Rhythm Machine” en el teclado electrónico, Juan Diego Martínez se dispuso a descender hasta el cuarto campamento, donde tomó unos momentos de descanso. Y desde dicho lugar comenzó a escalar la montaña vecina de Lhotse, la cuarta más grande del mundo, misma que cuenta con 8 mil 516 metros de altura, la cual conquistó tras unas 8 horas en ascenso.
Con esta doble hazaña: escalar primero el monte Everest, e inmediatamente después conquistar la cima de Lhotse, el joven jalisciense también se hizo acreedor al récord mundial del alpinista más joven en completar el ascenso de dos montañas por arriba de 8 mil metros de altura: Everest-Lhotse.
Finalmente, Juan Diego Martínez también se hizo acreedor al récord del alpinista más joven de escalar el monte Everest sin estar aclimatado.
En este sentido, el joven estudiante de la Universidad de Guadalajara señala que la mayoría de las personas que suben sin haberse aclimatado terminan muriendo. Sin embargo, el día en que comenzó su ascenso al Everest, Juan Diego Martínez se sentía tan fuerte que decidió empezar y no parar hasta llegar, lo cual fue posible gracias también a que el clima se presentó favorable.
Con información de Universidad Autónoma de Guadalajara
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