Roberto Servitje Sendra es uno de los pilares en la historia de Bimbo, una de las empresas mexicanas más exitosas en el mundo, y que estableció su crecimiento a través de políticas inspiradas en la Doctrina Social de la Iglesia Católica.
Las prioridades más importantes en su vida: su fe y su familia, particularmente su esposa. A sus 94 años de edad, y después de 10 años de haberse jubilado, tiene claro que estos fueron sus motores. Tenía cuatro años cuando conoció el significado de la fe cristiana. Él tenía neumonía y los doctores le daban pocas posibilidades de vida.
“Mi mamá era una mujer sin muchos recursos, pero tenía una profunda fe, y un profundo amor por la Virgen de Lourdes. Logré salir adelante, y cuando cumplí ocho años, mi mamá me llevó a Lourdes, con un cirio de mi tamaño. Lo recuerdo como uno de los momentos más importantes”, dice en entrevista con Desde la fe.
A la fecha, Don Roberto es un gran devoto de la Virgen de Guadalupe, a quien acude para consuelo y consejo en los momentos más difíciles.
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Junto a su hermano Lorenzo fundó Panificación Bimbo, una planta que comenzó a operar el 2 de diciembre de 1945, cuando Roberto Servitje tenía 17 años. En esos años, Bimbo inició con 34 empleados.
Actualmente, la panificadora tiene más de 133,000 empleados, con presencia en 33 países, y más de 3 millones de puntos de venta en los que se distribuyen más de 100 marcas.
¿La clave del éxito? Los valores de la Doctrina Social Cristiana. “Cuando comencé a tener responsabilidades empresariales importantes yo tenía 17-18 años. Todo fue creciendo y conforme pasó el tiempo, entendí que hay una mayor responsabilidad, que se extiende para que otras personas puedan vivir esos valores”.
Para Servitje, el elemento más importante en la empresa es la persona y el respeto a su dignidad. “Si a una persona no se le respeta en su dignidad, se está fallando. Las empresas deben entender que todas las personas, proveedores, clientes, y trabajadores, nunca sean afectados en su dignidad como persona”, dice.
Es importante resaltar que, desde su origen, Bimbo se consolidó como una empresa familiar. De acuerdo con Don Roberto, la familia es lo más importante, después de la fe. Pero mezclar los negocios con la familia no siempre fue sencillo, especialmente cuando se trata de dedicarle tiempo a cada uno. “Los malos recuerdos que tengo son por haber atendido menos a mi familia”, asegura.
Después de jubilarse, Roberto Servitje decidió dedicar su tiempo a dar conferencias, pero su salud le impidió hacerlo con la frecuencia que le gustaría. “Me gustaría ser recordado como una persona honesta y que sirvió.” . Fue así que nació lo que considera su legado para los jóvenes: La Hacienda de las Ilusiones.
En este libro, editado en 2017, Servitje busca hablarle a las nuevas generaciones, a través de historias en las que se abordan temas como el matrimonio, la fidelidad, el noviazgo y la fe, entre muchos más. En las páginas del libro están reflejadas las que Don Roberto Servitje consideras sus “ilusiones”.
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