La pintura "A Passing Cloud", de Augustus Edwin Mulready. Crédito: Creative Commons
La obra A Passing Cloud, de Augustus Edwin Mulready, captura una escena conmovedora en la que un grupo de niños se refugia bajo un paraguas deteriorado para protegerse de la intemperie. Mulready fue un pintor británico que, como otros artistas de su tiempo, encontró en la vida de las clases trabajadoras y en las dificultades de los niños una inspiración para sus representaciones. Aunque Mulready no era impresionista, en A Passing Cloud, incorpora algunos elementos similares, como el interés en capturar una escena espontánea y la intención de transmitir una atmósfera específica: el refugio improvisado de los niños bajo un paraguas viejo y desgastado. Este paraguas, objeto central en la pintura, simboliza la fragilidad de la protección que tienen estos niños frente al mundo. Está maltratado, roto, y parece apenas soportar el viento y la lluvia, al igual que los propios infantes soportan las adversidades de una vida en pobreza.
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En el Evangelio de Lucas, Jesús observa cómo una viuda da todo lo que tiene en la ofrenda del templo, aunque esto sea apenas un par de monedas (Lc 21,3-4). Jesús señala que, aunque su contribución es pequeña en cantidad, su valor es inmenso porque ella ha dado de su pobreza, sacrificando, incluso, lo necesario para vivir. Este acto de generosidad demuestra que el verdadero valor de dar no está en la cantidad, sino en el espíritu de desprendimiento y solidaridad.
Aplicando esta enseñanza a la imagen de los niños en A Passing Cloud, puede observarse que la pobreza no es un impedimento para la generosidad o el cuidado mutuo. Los niños, que claramente poseen poco, comparten entre sí lo que tienen: un paraguas desgastado, un refugio temporal. Esta escena es un recordatorio de que, aun aquellos en situaciones de carencia, pueden actuar con compasión y proteger a otros. El acto de cobijarse juntos bajo un paraguas despedazado es, en sí mismo, una muestra de solidaridad y apoyo mutuo, un pequeño, pero significativo, gesto de generosidad que trasciende la pobreza material.
Entonces, la obra de Mulready se convierte en una alegoría visual del espíritu de dar y cuidar a los demás, incluso cuando uno mismo carece de mucho. Los niños bajo el paraguas representan a aquellos que, como la viuda en el relato evangélico, dan de su propia necesidad, recordándonos que nunca se es demasiado pobre para ayudar a otro. La pintura evoca el valor de los actos de bondad y sacrificio, que no dependen de los recursos materiales, sino de la disposición del corazón.
Al contemplar nuevamente A Passing Cloud veamos una representación de la pobreza y la vulnerabilidad de la infancia en la Inglaterra victoriana, sí, aunque también es una poderosa metáfora de la generosidad y la solidaridad que puede y debe estar en todos los seres humanos. El paraguas viejo, despintado, medio roto simboliza la precariedad de los bienes con los cuales estos niños se enfrentaron a esa tormenta. Aplicando la enseñanza de la viuda que dio todo lo que tenía, meditemos en la verdadera riqueza, ésa que radica en la voluntad de compartir, incluso cuando se tiene poco.
El Mtro. Jorge Luis Ortiz Rivera es Director Académico de la Licenciatura en Filosofía en la Universidad Intercontinental.
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