La película Sound of Freedom (Sonido de libertad), que tiene como actor protagónico Jim Caviezel, se estrenó el 4 de julio en los Estados Unidos, y próximamente estará en otros países de América. Producida por el actor mexicano Eduardo Verástegui, esta cinta aborda el tema de la explotación infantil, a partir de una historia real basada en la vida de Tim Ballard, un ex agente especial del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
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Por el tipo de tema que aborda la cinta, las distribuidoras de cine no le auguraban mucho éxito, pero todo parece indicar que se equivocaron, pues ha ocurrido un “milagro”, según explica el propio Verástegui.
Y es que, a través de un comunicado, el actor mexicano aseguró que, si bien no es sencillo competir con los más grandes de la industria, la película se posicionó desde el día del estreno, superando a grandes producciones.
Pero hay que entender cuál es el milagro -explica-: “Nos cerraron muchas puertas en estos años; Disney, Netflix, Amazon y otras casas distribuidoras dijeron que no, ‘esta película no es para nosotros, no es un buen negocio, nadie va a ver una película sobre el tráfico de niños’, afirmaban”.
Ante estas negativas -recuerda el autor- teníamos dos opciones: rendirnos y tirar la toalla, o -cuando de salvar vidas se trata- no rendirnos, seguir adelante y perseverar el tiempo que fuera necesario.
Finalmente -detalla- después de 8 años invertidos en Sound of Freedom, apareció en el estado norteamericano de Utah, en un pueblo llamado Provo, la distribuidora Angel Studios, interesada en ayudar a distribuir la película. “Cinco días después, ya habíamos firmado contrato”, apunta.
Tan solo tres meses después -continúa- ocurrió el milagro, cuando el 4 de julio, “Día de la Independencia de Estados Unidos”, la película apareció en cines, posicionándose en el primer lugar de taquilla, “sacudiendo la conciencia y el corazón del país que estadísticamente es considerado consumidor número 1 del mundo de sexo con niños. Y el movimiento por la libertad ya es un hecho, está en marcha y crece, crece, crece sin parar; no lo pueden detener”.
Para el actor, ese es el milagro: “que en un mundo de mentiras y de ataques, la verdad se abre camino, se posiciona primero y muchas vidas se salvarán gracias a esto”.
Eduardo Verástegui citó a Orwell, quien aseguraba que, en tiempos de mentiras, decir la verdad constituye un acto revolucionario. “Y esta película es un acto revolucionario. Millones de niños están siendo hoy, ahora mismo, esclavizados, sometidos, dañados en lo más profundo y más preciado de su ser”.
Aseguró que la trata de personas es real, “la explotación sexual de los niños es una atrocidad cotidiana, ¡pero también es real que le decimos basta! Hay más de 50 millones de personas esclavizadas en el mundo según la OIM, la OIT y la Walk Free Foundation; vivimos el momento de la historia humana con mayor número de esclavos… Y no podemos quedarnos callados”.
RDAF
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