Imagen del Cristo de San Damián. (Crédito: Fray Foto)
El Cristo de San Damián es un ejemplo del arte románico medieval. Comparado con la exactitud anatómica que distinguía a las obras renacentistas, parece ser que al autor de este Cristo -famoso por estar relacionado con la conversión de Francisco- se equivocó en la perspectiva y en la dinámica natural del cuerpo humano. Pero, ¿realmente fueron errores? Aquí te lo explicamos.
En primer lugar -dicen algunos expertos- no está clara, en apariencia, la fuente de luz que ilumina el cuerpo del Cristo de San Damian.
En segundo lugar, las manos no se presentan en la posición que normalmente deberían estar, mirando hacia el espectador.
Y en tercero, hay una desproporción entre el tamaño del personaje principal y los secundarios.
Sin embargo, el Cristo de san Damián en realidad es una verdadera “catequesis” pictográfica. Veamos por qué:
No siempre el arte figurativo, es decir, el que copia fielmente la realidad, es el que transmite mejor el mensaje que se desea. Contemplado así, el Cristo de san Damián es toda una síntesis de teología medieval.
El Cristo de san Damián se encuentra en la Basílica de Santa Clara, en Asís, Italia.
El Mtro. Jorge Luis Ortiz Rivera es Director Académico de la Licenciatura en Filosofía en la Universidad Intercontinental.
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