El Cardenal Carlos Aguiar Retes ordenó a 4 nuevos diáconos en la Basílica de Guadalupe. Foto INBG.
La Arquidiócesis Primada de México cuenta con cuatro nuevos diáconos transitorios que fueron ordenados por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, y que se sumarán a las actividades pastorales a fin de difundir el Evangelio y la palabra de Dios entre los fieles.
Durante una Santa Misa celebrada en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, el Cardenal Aguiar Retes ordenó a Jorge Fernando García Aceves, Luis Ignacio Lozano Cobos, Jorge Saúl Salazar Romero y Diego José Zepeda Martínez como diáconos transitorios.
“Como Iglesia particular que peregrina en la Arquidiócesis de México, nos llenamos de júbilo por la respuesta generosa y comprometida de estos hermanos nuestros que en esta celebración recibirán la gracia del orden del diaconado.
“Nos unimos en oración por su futuro ministerio, en el que se manifestará Jesucristo servidor, para que imitando su ejemplo, ellos puedan ofrecer su vida entera, sean hombres unidos a Dios mediante la vida de oración y resplandezca la alegría y la bondad que brotan de su ministerio al servicio de la Iglesia”, señaló el Arzobispo Primado al iniciar la Misa.
Durante su homilía, el Cardenal Aguiar Retes instó a los nuevos diáconos a que su ministerio se caracterice por la caridad hacia el prójimo, tal y como lo hizo Jesús durante su paso por la tierra.
“Si algo debe caracterizar este ministerio, es precisamente la caridad. En nombre del obispo o del párroco, con el auxilio de Dios, deben trabajar de tal manera que todos reconozcan en ustedes a verdaderos discípulos de Aquel que no vino a ser servido, sino a servir”, apuntó.
En este sentido, subrayó que enviados por el obispo, exhortarán tanto a los fieles como a los no creyentes, enseñándoles la doctrina sagrada, no condenándolos, sino invitándolos a conocer a Jesús, “como aquellos primeros varones elegidos por los apóstoles para el ministerio de la caridad, también ustedes deben dar testimonio del bien, llenos del Espíritu Santo y del gusto por las cosas de Dios”.
“Así, presidirán oraciones, administrarán el Bautismo, asistirán y bendecirán el matrimonio, llevarán el Viático a los moribundos y presidirán los ritos exequiales. Consagrados por la imposición de manos, herencia de los apóstoles, y vinculados al servicio del altar, ejercerán también el ministerio de la caridad”, detalló el Arzobispo Primado.
Una vez ordenados, las responsabilidades que tendrán los cuatro nuevos diáconos de la Arquidiócesis Primada de México serán:
Cabe destacar que durante la celebración Eucarística y ante la tierna mirada de la Virgen de Guadalupe, a los cuatro diáconos transitorios recién ordenados, les entregaron:
Al hablar en nombre de los diáconos transitorios ordenados, Diego José Zepeda Martínez señaló que todos ellos están comprometidos con las funciones que empezarán a desempeñar, en especial las relacionadas con las enseñanzas Cristo, e incluso están dispuestos a dar la vida para cumplir dicho precepto.
”Sepa usted Eminencia, que hoy el Seminario entrega a nuestra Arquidiócesis cuatro diáconos, probados en la fe y en la virtud, dispuestos a dar su vida por el Evangelio de Jesucristo, para en todo amar y servir a la Iglesia”, aseguró Zepeda Martínez.
De la misma manera, manifestó el agradecimiento de los cuatro ordenados a Dios por haber permitido que el Cardenal Aguiar Retes estuviera presente en la ceremonia de ordenación, ya que representó un regalo que refrenda el gran compromiso que tiene con su ministerio al acompañarlos.
“Gracias también por caminar con nosotros como discípulos de Jesucristo, porque en medio de un cambio de época, que nos han llevado a afrontar diversas crisis en todos los niveles de la sociedad, su presencia en medio de nosotros nos confirma que la esperanza en Cristo no defrauda, que como el Buen Pastor está pendiente de sus ovejas”, puntualizó.
Finalmente, reconoció el apoyo constante que sus familias les proporcionaron para concretar su formación, pues “si bien la vocación a la vida sacerdotal siempre será un don y misterio infinito del Corazón de Jesús”, esta “nace en el seno de las familias cristianas”.
“Gracias, papás y abuelos por transmitirnos la fe, por enseñarnos a conocer y amar a Jesús, por enseñarnos a dirigirnos a Dios como nuestro padre. Gracias por confiar en nosotros, por su apoyo y dedicación a nosotros, por su oración, ternura y cercanía. En sus personas Dios nos ha amado primero”, concluyó Zepeda Martínez.
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