La fiesta a nuestra Madre de Guadalupe trasciende fronteras. Foto: Especial
Estamos a menos de una semana de los festejos por el 491 aniversario del Acontecimiento Guadalupano y tanto en México como en el extranjero, los católicos nos encontramos listos para celebrar con gran fe y mucho amor a la Morenita del Tepeyac.
Así, millones de peregrinos provenientes de toda la República Mexicana, así como de Estados Unidos y América Latina, se harán presentes en la Basílica de Guadalupe para visitar a la Reina de México y Emperatriz de América y agradecerle por los favores recibidos.
Sin embargo, en diferentes países hay muchos devotos de la Virgen de Guadalupe que no pueden asistir al templo mariano ubicado en la Ciudad de México, y por ello aquí les informamos sobre algunos templos ubicados en diferentes ciudades del mundo a los que pueden ir para participar en los festejos de este 12 de diciembre.
La Virgen de Guadalupe ocupa un lugar privilegiado en la Basílica de San Pedro del Vaticano ya que es la única advocación mariana de América que tiene una capilla especial en el subsuelo del templo más importante de la cristiandad.
La capilla, ubicada en un pequeño espacio de las grutas vaticanas, está flanqueada al lado izquierdo por la tumba de San Pedro y a unos 15 metros del mausoleo donde descansan los restos del extinto Papa Juan Pablo II quien recibe, cada día, más de diez mil visitantes.
La gran fe que San Juan Pablo II le profesaba a la Virgen de Guadalupe abrió la posibilidad de que de manera permanente se cuente con la presencia de la Guadalupana en el templo de San Pedro.
Así, en 1983 el sumo pontífice autorizó que se construyera una capilla en El Vaticano para colocar la imagen de la Morenita del Tepeyac, la cual fue erigida por los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez, José Luis Benlliure, Alejandro Schoenhofer y Javier García Lascuráin, además de contar con la participación de fray Gabriel Chávez de la Mora.
Nueve años después, el 12 de mayo de 1992, la capilla fue inaugurada por el Papa Juan Pablo II con una misa concelebrada con Ernesto Corripio Ahumada, algunos obispos mexicanos y Guillermo Schulemburg, abad del Santuario de Guadalupe.
Cada año los latinoamericanos residentes en Nueva York, se reúnen en la Catedral de San Patricio para celebran a la Virgen de Guadalupe en su día.
Ubicada a la derecha del Altar Mayor, desde diciembre de 1991 se encuentra un cuadro de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que el entonces Arzobispo Primado de México, el Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, le regaló al entonces Cardenal de Nueva York, John O’Connor, en solemne celebración litúrgica.
Desde entonces, la imagen de la Guadalupana es visitada por miles de católicos para refrendar su fe en ella y solicitar sus bendiciones y favores, en especial cada 12 de diciembre, cuando los festejos se hacen en grande, iniciando con el canto de las mañanitas.
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En 1948 se inauguró una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe en la Catedral de Notre Dame, a la que asiste una gran congregación de devotos guadalupanos asentados en Europa, lo que la convierte en uno de los lugares más visitados del complejo.
Es importante señalar que en 1938 el Episcopado de México solicitó al Papa Pío XII la autorización para coronar a la Virgen de Guadalupe en la Catedral de Notre Dame, petición que fue aceptada por el pontífice quien inició los trámites correspondientes con los representantes del Episcopado de París.
Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial retrasó este proyecto por diez años, por lo que fue hasta el 26 de abril de 1949, una vez concluido el conflicto armado, cuando se llevó a cabo la coronación de la Virgen Morena en el templo francés.
La imagen guadalupana es obra de la Fábrica de Mosaicos del Vaticano y tiene las mismas dimensiones de la tilma del Tepeyac. La corona, elaborada en París, es de oro de 18 kilates con adornos de perlas y esmeraldas, y fue diseñada por los Mellerio, considerados los mejores joyeros de la época y los más antiguos del mundo.
En El Salvador se encuentra ubicada la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, considerado como uno de los templos religiosos más importantes de ese país
La construcción de esta Basílica, también conocida como La Ceiba de Guadalupe, finalizó en el año de 1953, gracias a la ayuda aportada por el filántropo alemán Walter Deininger.
Los trabajos para eregir este templo iniciaron cuatro décadas antes, cuando el padre Antonio Brunetti decidió tomar la iniciativa de construir un lugar dedicado a la Virgen de Guadalupe, patrona de Latinoamérica.
El padre Brunetti escogió como ubicación para el futuro templo un humilde cantón justo en los límites de la ciudad con Antiguo Cuscatlán llamado La Ceiba, al cual después agregó el nombre de la señora morena de América a su denominación (Ceiba de Guadalupe).
La Ceiba de Guadalupe es uno de los templos más emblemáticos en El Salvador, construida a mediados del siglo pasado, es hoy en día una verdadera joya arquitectónica la cual fue construida por el profesor Augusto César Baratta del Vecchio.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, Japón se encontraba destruido y enfrentaba una difícil situación económica, por lo que los misioneros de Guadalupe asentados en esa nación fueron a pedir el apoyo de las comunidades de California, Estados Unidos, para poder construir una iglesia, que llevaría el nombre de Iglesia de Guadalupe.
La respuesta que obtuvieron en ese estado fue muy positiva, sobre todo porque la mayoría de los católicos eran de origen mexicano. Así, gracias a las generosas donaciones que obtuvieron se pudo construir la iglesia que es la sede de la comunidad católica de Hirakata, localizada al noreste de la prefectura de Osaka.
Una vez definido y concretado el proyecto para construir ese templo católico en Japón, se evaluó el nombre que llevaría y en ningún momento se dudó cuál sería, ya que el primero que se le ocurre a cualquier mexicano es el de Nuestra Señora de Guadalupe.
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El 4 de agosto de 2018, fue entronizada la imagen de la Virgen de Guadalupe en la Iglesia de Dios Todopoderoso que se encuentra en la Diócesis de Patos, en el noreste de Brasil, y cuya primera piedra fue colocada por el obispo local en el 2015.
La idea de construir este templo, que alberga a 2 mil personas y que mide 35 metros de ancho y 78 de largo, surgió en el año 2009 y fue promovida por Ana Rita Otaviano Tavares de Melo, Fundadora de la comunidad “Siervos de María del Corazón de Jesús”.
La imagen de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en la Iglesia, de tamaño natural, fue donada por el Movimiento laical Unión de Voluntades, que también asistió a la entronización de este cuadro.
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