La celebración de la Pascua de Resurrección comienza desde el sábado por la noche con la Vigilia Pascual. Esta celebración está llena de signos, entre ellos la bendición del agua, costumbre que se remonta a la antigüedad cuando sólo había un día para los bautismos, y ese día era el día de la resurrección de Cristo. Si en la celebración hay bautismos, se bautiza con esa agua, pero si no hay, entonces se rocía con el agua bendita a todas las personas para que recuerden su Bautismo.
Después de la Misa y durante la semana de Pascua, muchas personas llevan agua de gloria a sus hogares para renovar la bendición de su casa.
(La familia se reúne con al agua bendita y el cirio encendido)
Señor:
Hoy que celebramos Tu Resurrección
nos disponemos a rociar nuestro hogar
con el agua bendecida en la Pascua,
como señal que nos invita a purificar
sobre todo nuestro corazón,
lavarlo de rencores, egoísmos e infidelidad.
Concede a nuestra familia
mantenerse siempre unida
sabiendo acoger y comunicar
el verdadero amor y la verdadera vida
que sólo Tú nos puedes dar. Amén.
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