Categorías: Firmas

Cine: Aventura en Alaska

“La libertad y la simple belleza son muy buenas como para perderlas”.

 

Antonio Rodríguez

El viento no sopla tan fuerte, pero el frío cala hasta los huesos; el rio está casi congelado y los pinos vestidos de nieve. En la tundra el silencio es casi macabro, tanto que invita a la locura y la melancolía; allí, en medio de ese desértico paisaje, donde reinan los osos, los lobos y los alces, un joven ha decidido vivir en soledad, cobijado a penas por los restos de un autobús que en algún momento allí quedó varado.

Su dedo tembloroso jala el gatillo de una escopeta, matando al instante a un enorme alce. De inmediato, el joven corre hacia el animal, y haciendo uso de sus anotaciones y herramientas, comienza a jalarle la piel y el pelaje: sus manos se llenan de sangre, el machete ayuda a cortar las fuertes patas del mamífero, lo mismo que la cabeza. Pero el trabajo debe hacerse rápido, pues de no ser así, las moscas comenzarán a dejar larvas sobre la carne, y ya no servirá para comer.

Y así ocurre: el inexperto joven se percata, con desesperación, cómo las moscas han echado a perder su trabajo, incluso, la carne que pensaba ahumar, se ha podrido. La desesperación se apodera de él. Casi no hay animales alrededor ni vegetación comestible; pero sobre todo, ha asesinado para nada a un majestuoso alce. Tanto es su arrepentimiento que le pide perdón al animal, chocando su cabeza contra la de éste.

Alex –como se dice llamar– lleva varias semanas viviendo en medio de la tundra, mirando las montañas nevadas de Alaska, en su “autobús mágico” (como él lo llama); tiene varios libros, algunos galones de agua, papel y lápiz, no más. No hay mucho en la vida de Alex, quien en realidad se llama Christopher McCandless. Lo único que quiere es sobrevivir de la naturaleza y llegar hasta Alaska.

Sean Penn dirige este drama biográfico, retratando la vida del joven McCandless, quien a la edad de 22 años decidió dejar todo para irse a vivir la vida, tal y como quería vivirla: sin nada que lo atara al mundo material. Para ello, donó el dinero de sus ahorros, dejó la universidad y abandonó a su millonaria familia, quizás por rencor, quizás inspirado en sus libros o quizás porque sencillamente quería vivir la paz de la naturaleza.

Pero McCandless aprendió que la felicidad sólo es real cuando se disfruta con los seres queridos, que la naturaleza puede ser sumamente violenta, que el ser humano no está hecho para vivir solo, que es muy importante tocar el corazón de quienes nos rodean, pero sobre todo, que a la adversidad no se le huye, sino que se le acepta, y si es con una sonrisa, mucho mejor.

Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México

Entradas recientes

Arquidiócesis de Tlalnepantla realizará la 10ª Carrera por las Vocaciones: lugar, fecha y cómo registrarse

Para celebrar su 60 aniversario, la Arquidiócesis y el Seminario de Tlalnepantla convocan a participar…

5 horas hace

Arranca en CDMX la Megamisión 2024: “Vayan e inviten”

La Megamisión CDMX 2024 inicia este domingo en el marco de la Jornada Mundial de…

7 horas hace

Calendario Litúrgico 2025 ¡Descárgalo gratis!

Desde la fe te comparte el Calendario Litúrgico 2025. Descárgalo gratis y entérate de las…

8 horas hace

¿Qué significa “Creo en la Comunión de los santos?

Cuando pronunciamos el Credo repetimos siempre esta expresión que tiene un significado realmente bello: “Creo…

9 horas hace

¿De dónde viene la fe y para qué nos sirve creer?

Los jóvenes hoy se cuestionan cosas sobre la religión: quieren saber de dónde viene la…

10 horas hace

Programa completo del Jubileo 2025

Este es el Programa del Gran Jubileo 2025 que contempla una serie de encuentros de…

10 horas hace

Esta web usa cookies.